Ramón Abadí, administrador de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO), ofreció un amplio panorama de los desafíos que enfrentan consumidores y comerciantes en medio de la actual crisis que vive Panamá, especialmente en las provincias más afectadas por los paros y bloqueos.
Empatía empresarial y regulación en tiempos de crisis
Ante la pregunta sobre si los comerciantes pueden subir los precios ante las dificultades logísticas, Abadí reconoció que hay un margen de discrecionalidad, pero hizo un llamado a la conciencia:
También enfatizó que ACODECO no busca atacar al comercio, sino hacer cumplir las regulaciones que protegen la salud y la economía familiar.
Operativos y productos vencidos
El administrador destacó la importancia de fortalecer las acciones coordinadas con otras entidades como la Dirección de Ingresos, Migración y Salud, para actuar de manera más eficiente.
En recientes operativos sobre la vía Interamericana, especialmente cerca de Ojo de Agua, se decomisaron más de 1,500 productos vencidos en comercios rurales: pan, cereales, productos cárnicos y más.
Evasión fiscal y doble facturación en comercios
Abadí denunció prácticas irregulares como la evasión de impuestos mediante cobros diferenciales según el método de pago. En algunos comercios se han detectado cajas paralelas donde se manejan pagos sin registro fiscal.
También explicó la importancia de exigir factura para reclamar ante ACODECO en casos de salud derivados del consumo de productos defectuosos.
Venta ilegal de loterías extranjeras
Otro problema abordado fue la venta de loterías ilegales provenientes de otros países, que compiten de manera desleal con la Lotería Nacional de Beneficencia. ACODECO trabaja en un acuerdo con esta entidad para frenar este fenómeno.
Denuncias contra inmobiliarias y gestores de cobros
ACODECO también enfrenta 192 quejas por prácticas abusivas en el sector inmobiliario, con un monto total que ronda los 90 millones de dólares. Las denuncias incluyen intereses desmedidos, contratos con cláusulas abusivas y falta de entrega de bienes.
Asimismo, las gestoras de cobros son recurrentemente sancionadas por prácticas ilegales, como mantener deudas prescritas en los historiales crediticios de los consumidores o evitar la prescripción aplicando pagos mínimos sin consentimiento. Las multas pueden alcanzar hasta 10 mil balboas por caso, y en situaciones repetidas, sumas mayores.
Engaños en funerarias
Finalmente, Abadí denunció una práctica abusiva de algunas funerarias, que simulan encuestas para obtener firmas que luego se usan para realizar descuentos directos no autorizados en las planillas de los encuestados.