La revolución de la inteligencia artificial (IA) en la educación ya es una realidad en países como México, Chile y Colombia. Sin embargo, Panamá sigue rezagado, atado a una estructura regulatoria inflexible que limita la innovación y ralentiza la adaptación de sus instituciones educativas, advirtió Adriana Angarita, CEO de SenecaLab y presidenta del foro internacional FIEd LATAM 2025.
Ley sobre inteligencia artificial
La experta citó el ejemplo de Chile, donde ya se discute una ley específica sobre inteligencia artificial, y de México, donde universidades privadas están aplicando IA en la gestión académica. En contraste, aseguró que en Panamá se legisla “desde el temor”, esperando una regulación antes de permitir el uso de estas tecnologías. “Debe ser al revés: primero usarlas, evaluar los riesgos y luego regular con base en datos”, subrayó.
Uno de los puntos clave, dijo Angarita, es la formación docente. “Mientras el docente vea la IA como una amenaza y no como una herramienta para potenciar su labor, no habrá uso real en el aula”, sostuvo. Además, criticó el modelo de supervisión vigente, en el que universidades privadas están sujetas al control de entidades públicas, lo que dificulta tanto la agilidad como la autonomía del sistema educativo.
“La universidad pública tiene presupuesto fijo, pero gestiones lentas, la privada es ágil, pero depende de autorizaciones públicas. Esa mezcla está impidiendo que cada una gestione con su propio ritmo y propósito”, explicó. Para Angarita, la solución pasa por estructuras autónomas, técnicas y enfocadas en resultados, no en procesos políticos.
Foro FIEd LATAM 2025
Se celebrará el próximo 20 y 21 de agosto y reunirá a figuras clave del ecosistema educativo y tecnológico de la región para abordar estos retos. “No se trata solo de mostrar cosas ‘wow’, sino de entender cómo las estamos haciendo en Latinoamérica y cómo podemos adaptarlas a nuestras realidades”, concluyó.