En medio de patrullajes fluviales, saludos de guardaparques desde puntos remotos y una renovada infraestructura operativa, el Parque Nacional Darién conmemora sus 45 años como uno de los emblemas de la biodiversidad panameña y la lucha contra los delitos ambientales.
Durante el último año, el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) ha desplegado una serie de acciones que marcan un punto de inflexión en su manejo: se recorrieron más de 1,715 kilómetros en patrullajes y se incorporaron 30 nuevos guardaparques, fortaleciendo la presencia institucional en el terreno.
Más control y vigilancia
La implementación de 350 nuevos letreros en los límites del parque y la limpieza de 102 kilómetros de frontera fueron algunas de las tareas ejecutadas. Además, se reactivaron las estaciones de vigilancia de Cana, Cruce de Mono y Casa Vieja, mientras que se trazaron cinco nuevas rutas de patrullaje desde el río Capetí hasta Playa Muerto, zonas clave para prevenir delitos como la minería ilegal en los ríos Mangle y Sábalo.
El respaldo internacional también ha sido clave. Con el apoyo de Global Conservation, se estableció una nueva casa base en Pinogana que fortalece la capacidad operativa de la Patrulla Jaguar, unidad especializada en protección ambiental.
El componente educativo no ha quedado atrás. Más de 1,200 personas han sido sensibilizadas a través del programa “PARQUEando”, enfocado en fortalecer la conciencia ambiental entre las comunidades vecinas.
Entre las próximas acciones anunciadas, MiAMBIENTE detalló la instalación de siete nuevos puntos de control y vigilancia en sectores estratégicos como Paso Til, Boca Paya, Río Pihuila y Quebrada Tolocua. Igualmente, avanzan los trabajos para la construcción del Centro Operativo Rancho Frío, una nueva casa base en Boca de Cupe y la remodelación del Centro Operativo Casa Vieja y el punto de control de Chepigana, actualmente en proceso de licitación.
Durante la conmemoración, guardaparques enviaron mensajes desde lugares emblemáticos del Darién como Pucuru, Loma Ipelisa, Pinogana, Chepigana, El Real, Sobiaquirú y el límite con Colombia, reflejando el alcance del trabajo territorial.
Con la pista de aterrizaje de Cana nuevamente operativa y los patrullajes acuáticos saliendo desde el Centro Operativo Balsas, el Parque Nacional Darién no solo mantiene su vigencia, sino que refuerza su papel como bastión de conservación regional.