Samuel Vernaza, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos de Panamá (Anagan), alertó sobre la grave situación del sector lechero en Panamá, que pone en riesgo a más de 400 familias que dependen de esta actividad como su sustento diario.
Falta de cumplimiento de normas de etiquetado
El dirigente enfatizó la importancia de la Ley de Etiquetado de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco), que establece que los productos sustitutos deben indicar claramente que no son de origen animal y no deberían colocarse junto a los lácteos. Vernaza señaló que, aunque existen normas, su cumplimiento sigue siendo deficiente, afectando la transparencia del mercado.
Impacto social y económico en los productores locales
“La situación es una verdadera guerra entre industrias”, indicó Vernaza, resaltando que cerca de 2,400 productores de leche grado C, los más pequeños, serían los más afectados. Además, alertó que el impacto podría extenderse a los productores de grados B y A, afectando la economía local y generando un efecto dominó en las regiones productoras de leche.
Necesidad de control y fiscalización efectiva
Vernaza destacó que la Agencia panameña de alimentos (APA) actúa solo como facilitador en la gestión de importaciones, pero quienes deben ejercer el control son la Dirección de Salud Animal y la Dirección de Importación de Productos de Origen Hortícola del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA). Según el dirigente, estas entidades son las responsables de garantizar la fiscalización efectiva y proteger la producción local frente a la competencia desleal.