Para la ministra de educación Lucy Molinar, el primer año de gestión no ha sido fácil. Llegó con un plan claro, pero confiesa que la realidad del sistema exigía comenzar más atrás de lo previsto. “Tuvimos que hacer un proceso de escucha activa. Nos dimos cuenta de que había que parar y reconstruir desde la base institucional”, afirmó.
“No se trata de ciencia cuántica, sino de sumar”, dijo sobre el enfoque participativo que impulsa desde Meduca. Molinar asegura que se está devolviendo la educación al centro del sistema, luego de una década en la que según ella estuvo involucrada en todo, menos en lo esencial.
Conflicto gremial y reemplazos a docentes
Sobre los paros docentes, Molinar aclaró que esta vez no fue un paro general, aunque sí afectó zonas importantes. Ya comenzaron los reemplazos de educadores ausentes, respetando los procesos legales. “No es una cacería, es una decisión responsable para garantizar el derecho a la educación”, afirmó.
Lamentó el clima de violencia y amenazas. “Han intimidado incluso a los docentes interinos. Hasta yo recibí amenazas por video. Esto no puede normalizarse”.
Tecnología, licitaciones y resistencias
Molinar también denunció presiones y resistencias en torno a los contratos de tecnología. Reveló que una licitación de internet, que originalmente costaba más de 1.500 millones de dólares, terminó adjudicándose en 44 millones. “¿Sabes cuánto dinero dejó de meterse gente en el bolsillo? Por eso querían acabar conmigo”.
La ministra confirmó que la licitación de las computadoras escolares, que fue detenida, será relanzada sin cambios de precio ni de condiciones. “Vamos a hacer las cosas al precio correcto. Ya basta de pagar diez veces lo que cuesta uno”, dijo con firmeza.
Visión del Meduca
Molinar aseguró que el foco seguirá siendo el estudiante, por encima de intereses gremiales o políticos. “Cuando el estudiante deja de ser el centro, perdemos el norte y el país”, sentenció.
Con una administración que promete ser firme, abierta al diálogo y con apego a la legalidad, la ministra confía en que “es posible recuperar la confianza en el sistema educativo, pero hace falta compromiso real de todos los actores”.