Según datos recientes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el mundo acaba de experimentar el día más caluroso registrado desde 1940: el 22 de julio de 2024, las temperaturas medias del aire en la superficie terrestre alcanzó los 17,15 °C. Esta cifra supera los récords anteriores de 17,09 °C, establecido solo un día antes, y de 17,08 °C, establecido un año antes, el 6 de julio de 2023.
Los récords más recientes se establecieron en China en julio de 2023 (52,2 °C), y en Marruecos en agosto del mismo año (50,4 °C). Unos meses antes, el sur de Asia también había experimentado una ola de calor excepcional, con varios récords nacionales batidos, como en Tailandia (45,4 °C), Vietnam (44,2 °C) y Laos (43,5 °C). En estas regiones tropicales, donde la humedad del aire es especialmente elevada, estas temperaturas pueden llegar a sentirse por encima de los 50 °C.
En el resto del mundo, Australia y Uruguay batieron sus récords nacionales en 2022, con 50,7 °C en Onslow y 44,0 °C en Florida respectivamente, mientras que el mercurio superó la barrera de los 40 °C por primera vez en julio de 2022 en el Reino Unido.
Durante el verano de 2021, uno de los más calurosos jamás medidos en la Tierra, Canadá, Turquía, España e Italia anotaron las temperaturas más altas de la historia de sus registros. El récord italiano, 48,8 °C en Siracusa, es incluso la temperatura más alta jamás medida en Europa.
En la Antártida, el récord se remonta a 2020, con temperaturas superiores a 18 °C alcanzadas en la base Esperanza durante el verano austral. En 2017, Pakistán (53,7 °C) y Kuwait (53,9 °C) registraron la cuarta y tercera temperaturas más altas jamás medidas en la Tierra validadas por la OMM (se trata de récords asiáticos). El récord mundial se sigue atribuyendo oficialmente a Furnace Creek, en el desierto californiano, con 56,7 °C alcanzados en 1913.