El embajador de Israel en Panamá, Mattanya Cohen, aseguró que su país no detendrá sus esfuerzos hasta recuperar los cuerpos y rehenes que aún permanecen en Gaza, tras el cese al fuego que puso fin a dos años de guerra.
Según el diplomático, el alto al fuego fue posible gracias a la mediación de varios países aliados, entre ellos Estados Unidos.
“Con Hamás no hay paz”
Cohen fue enfático: “Todos queremos la paz en Medio Oriente, pero no se puede tener paz con una organización terrorista que en su carta fundacional dice que quiere destruir a Israel”.
El embajador recordó que Hamás forma parte de Hermanos Musulmanes, un grupo proscrito en varios países árabes. “Ni Egipto, ni Jordania, ni Emiratos Árabes han roto relaciones con Israel porque entienden perfectamente la amenaza que representa Hamás”, agregó.
Ayuda humanitaria robada por Hamás
Cohen también se refirió al impacto humanitario. Explicó que desde el inicio de la guerra entraron a Gaza más de dos millones de toneladas de ayuda humanitaria, pero según sus declaraciones el 90 % fue robado por Hamás.
Costo humano y económico
La guerra dejó profundas heridas. “Ha sido el conflicto más largo y más costoso en la historia de Israel. Perdimos casi 2.000 vidas entre civiles y soldados, y miles más resultaron heridos física y mentalmente”, relató el diplomático.
A pesar de ello, destacó la resiliencia del país. “Israel es fuerte en lo militar, económico y tecnológico. Nuestra economía sigue creciendo, y el sector de ciberseguridad es uno de los pilares”, dijo.
Antisemitismo en auge
Cohen también abordó el aumento de movimientos anti-Israel y antisemitas en el mundo. “Es un antisemitismo moderno. Hay que combatirlo con educación, leyes y acción internacional. Gracias a Dios, en Panamá no se vive con la misma intensidad que en otros países”, apuntó.
El embajador reiteró que Israel no busca guerra, sino garantías para vivir en paz. Pero, según su visión, esa paz no será posible mientras Hamás exista como fuerza armada y política.