Juan Arias, presidente de la Cámara de Comercio (CCIAP), ha expresado su preocupación por los recientes acontecimientos en la Asamblea Nacional, subrayando una aparente discordancia entre el mensaje de cambio enviado por los ciudadanos el 5 de mayo y las acciones del poder Legislativo.
Arias calificó la situación en la Asamblea Nacional como "amarga" para la ciudadanía, señalando que las designaciones en las comisiones reflejan las trayectorias previas de los designados, lo cual podría contradecir las expectativas de cambio de la población.
"La ciudadanía pretendía algo nuevo en la Asamblea Nacional y las designaciones en las comisiones te dice cómo ha trabajado esa persona y su trayectoria, por lo que nos tocará ser vigilantes y procurar que los presidentes de las comisiones hagan las cosas bien", indicó.
Alta aprobación de la gestión del presidente Mulino
Por otro lado, Arias reconoció la alta aprobación de la gestión del presidente Mulino, pero contrastó esta percepción positiva con la desaprobación hacia la Asamblea Nacional.
"La aprobación sobre la gestión del presidente Mulino es grande, sin embargo, lo que está pasando en la Asamblea Nacional no tiene esa misma aprobación", manifestó.
Arias también destacó los elogios del Fondo Monetario Internacional (FMI) hacia Panamá, mencionando los avances que han permitido al país salir de una de las listas negras internacionales, y subrayó la importancia de continuar en este camino.
Además, Arias apoyó la idea de reducir el tamaño del Estado, argumentando que la actual estructura es desproporcionada en relación con la economía del país.
"Estamos de acuerdo con que se pretenda achicar el tamaño del Estado, ya que el Estado es demasiado grande para la economía panameña y no hace ningún sentido", sostuvo.
En cuanto a la repatriación de migrantes, Arias señaló que el proceso es más complicado de lo que se plantea y que no se puede esperar que los migrantes acepten regresar a sus países de origen sin resistencia.
"La repatriación de migrantes es más complicada de lo que están planteando, ya que nadie se va a subir a un avión voluntariamente y sonriendo como si fueran a Disney World", aseguró.