Panamá se salió del estratégico acuerdo chino de la Ruta de la Seda y se ofreció como puente para la deportación masiva de migrantes. Pero con el presidente Donald Trump enfocado en el Canal de Panamá ¿será suficiente para aplacar su obsesión? El republicano amenaza con recuperar la vía interoceánica si Panamá no reduce la "influencia china" y los peajes que deben pagar los buques estadounidenses en la ruta construida por su país.
La politóloga de la Universidad de Essex, Natasha Lindstaedt, cree que Panamá ya dio "pasos enormes" para "apaciguar a Estados Unidos".
En la visita del secretario de Estado Marco Rubio, Panamá se ofreció como puente para repatriar migrantes que deporte Estados Unidos, y el miércoles llegó ya el primer avión militar con 119 personas de China, Afganistán y otros países.
Además, para mostrar la relación privilegiada con Washington y no con Pekín, el mandatario panameño, José Raúl Mulino, sacó al país del principal proyecto geopolítico y comercial del presidente chino Xi Jinping, aunque este jueves dijo que el nexo bilateral se mantiene inalterable.
- Auditoría, la clave -
La principal carta que tiene Panamá es la auditoría que realiza la Contraloría a dos puertos otorgados en concesión a una subsidiaria de la empresa china Hutchison Holding, con sede en Hong Kong.
Washington considera estos puertos, ubicados a cada entrada del canal, una amenaza para su seguridad por considerar que Pekín podría usarlos para bloquear la vía en un conflicto.
La auditoría busca detectar posibles incumplimientos del contrato que ganó la compañía china en 1997, prorrogado por otros 25 años en 2021.
La Corte Suprema también estudia una demanda presentada por dos abogados panameños para finiquitar la concesión por "inconstitucional".
"El mal menor sería acelerar la auditoría del contrato con la empresa china, encontrar algo que justifique invalidar el acuerdo y llevar a una empresa occidental para reemplazarla", sostuvo Gedan.
- Los peajes -
En el otro frente de discordia, los peajes, hace una semana Washington anunció que Panamá había eliminado las tarifas para sus buques militares que cruzan el canal, lo que Mulino tildó de "mentira intolerable".
Los acuerdos por los que Estados Unidos entregó en 1999 la vía a los panameños obligan a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP, entidad autónoma) a cobrar los peajes por el tamaño y carga de los buques, no por su procedencia.
Aquí no habría margen de acción para Panamá. El tratado lo "obliga a garantizar la operación neutral del Canal", afirmó a la AFP Rebecca Bill Chavez, presidenta de Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
Con el 52% de los tránsitos y el 76% de la carga, Estados Unidos es el principal usuario del Canal, cuya operación representa el 6% del PIB de Panamá. Cualquier reducción de tarifas golpearía sus ingresos.
Sacar a China del área del canal "no se puede lograr inmediatamente" y bajar las tarifas a barcos militares estadounidenses "violaría" la neutralidad de la vía, afirmó a la AFP la politóloga panameña, Sabrina Bacal.
- La presión -
Trump no descarta la fuerza militar para tomar el canal: "Vamos a recuperarlo, o algo muy potente va a suceder", advirtió.
Para Lindstaedt es muy remota una intervención militar en Panamá, que ya fue invadida por Estados Unidos en 1989: "Necesitarían al menos 90.000 soldados" y "sería profundamente impopular".
"Pero es muy probable que aplique aranceles" como los anunciados contra China, Canadá, México y la Unión Europea, agregó.
Es una incógnita qué tipo de medidas podría tomar Trump contra un país de economía dolarizada y principalmente de servicios, que tiene un tratado comercial con Estados Unidos.
Panamá exporta a Estados Unidos productos del mar y agropecuarios y le compra maíz, autos y productos tecnológicos.
Tapia cree que Trump es "insaciable" y puede estar buscando renegociar los tratados del canal para obtener condiciones más ventajosas.
"El retorno del canal a manos estadounidenses es inimaginable. Si es realmente el objetivo de Trump... no hay salida a la crisis", dijo Gedan.