Dos organismos humanitarios de las Naciones Unidas alertaron el jueves sobre el “preocupante” incremento de migrantes que han cruzado la peligrosa jungla del Darién en lo que va del 2023 y señalaron que según Panamá, de continuar esa tendencia, ese flujo irregular podría superar los 400 mil tránsitos al cierre del año.
El martes, Estados Unidos, Colombia y Panamá anunciaron que impulsarán una campaña de 60 días destinada a detener esa masiva migración ilegal a través de la peligrosa selva del Darién, en el marco de una reunión en la capital panameña del secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, y los titulares de Relaciones Exteriores y Seguridad colombianos y panameños.
Aunque no ahondaron en detalles sobre cómo alcanzar ese objetivo, el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Pino, dijo después del encuentro que el plan busca, entre otras metas, contener mediante operaciones policiales en la porosa frontera a los grupos del crimen organizado que amasan ganancias ilícitas con ese tráfico humano. Confirmó que implicarían acciones conjuntas entre los tres países.
De acuerdo con las estadísticas del Servicio Nacional de Migración hasta marzo, el tránsito por la selva darienita fue principalmente de venezolanos con 30.250 nacionales de ese país, seguido de 23.640 haitianos, 14.327 ecuatorianos y 3.855 personas procedentes de China. Entre las demás nacionalidades, hay migrantes de Colombia, Perú, la India, Somalia o Camerún.
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Los últimos informes mensuales de monitoreo del ACNUR y de la OIM reportan que las personas abandonan sus países de origen, frecuentemente, por motivaciones económicas y por falta de empleo. Más de la mitad de los migrantes señala haber huido de sus países también debido a los niveles generales de inseguridad o amenazas, así como ataques específicos contra ellos y sus familiares.
Por su parte, Giuseppe Loprete, jefe del Centro Administrativo Global y Misión OIM Panamá destacó que muchos migrantes “han perdido la vida o han desaparecido” en el intento de cruzar la jungla de Darién. Otros, recalca, han logrado atravesarlo, pero “ahora tienen problemas de salud importantes”. “Nos preocupa que las personas que están pensando hacer esta travesía no estén al tanto de los peligros asociados a esta ruta”, agregó.