Panamá se encuentra en un esfuerzo por salir de la tarjeta amarilla y retornar a la tarjeta verde, un paso crucial para asegurar que su flota pesquera continúe exportando hacia mercados clave como el europeo.
Icaza destacó que la actividad pesquera es fundamental para el país, ya que no solo genera empleos, sino que también representa ingresos significativos a través de las exportaciones. "No podemos poner en riesgo esta importante actividad", enfatizó el ministro. Junto al administrador general de la ARAP, Eduardo Carrasquilla, Icaza revisó las acciones necesarias para lograr la recuperación de la tarjeta verde, un estatus que garantizaría el acceso de la flota panameña a los mercados internacionales sin restricciones.
Combatir la pesca ilegal
Además, Icaza visitó el Centro de Seguimiento Pesquero de la ARAP, donde se lleva a cabo un monitoreo satelital para combatir la pesca ilegal. El ministro calificó la plataforma de vigilancia como "impresionante", destacando el control efectivo de la flota panameña, incluidas las embarcaciones de pabellón nacional que operan en aguas internacionales.
La tarjeta amarilla, aplicada por la Unión Europea, es un aviso a los países para que realicen ajustes en sus políticas pesqueras, especialmente para combatir la pesca ilegal. La Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DGMARE) de la Comisión Europea establece las recomendaciones que Panamá sigue para poder revertir esta sanción y recuperar el estatus verde.