Los análisis genéticos realizados a los restos enterrados bajo el nombre de un militar de Panamá que murió durante la invasión de Estados Unidos resultaron negativos, informó el miércoles una comisión que busca identificar a las víctimas y encontrar a los desaparecidos durante la ocupación estadounidense.
“Este resultado negativo comparado contra las muestras aportadas por sus cuatro hijos confirma la sospecha de la familia y despeja la incertidumbre en la que han vivido durante más de 33 años”, indicó la Comisión 20 de Diciembre al informar los resultados de la prueba.
La hija del teniente fallecido, Brenda Bethancourt, dijo a un medio local que los familiares y el barrio donde vivió el militar están satisfechos al aclararse el caso. “Es como un descanso”, que permitirá seguir en la búsqueda de sus restos, agregó.
Los restos analizados fueron exhumados en 2020 junto a los de una treintena de sepulturas en el capitalino Jardín de Paz. La Comisión declaró que los informes de exhumación de ese año apuntan a que el cuerpo de Bethancourt Armstrong, quien tenía 56 años al morir, podría encontrarse en otra ubicación del cementerio o entre los restos que están pendientes aún de un análisis genético.
Los restos ya analizados pasaron a formar parte de las llamadas “víctimas desconocidas de la invasión” mientras se realizan los esfuerzos que conduzcan a su identificación, dijo la Comisión creada durante la administración del expresidente Juan Carlos Varela (2014-2019) .
El anhelo de conocer la verdad sobre las víctimas de la invasión que expulsó al dictador Manuel Antonio Noriega (1983-1989) ha sido un camino lleno de obstáculos y demoras para sus familiares, quienes después de tres décadas vislumbraron algo de esperanza a comienzos de 2020 cuando las autoridades judiciales reabrieron los casos y ordenaron las exhumaciones.
Pero la pandemia, el confinamiento y la demora en la entrega de fondos han retrasado los trabajos.
Este es el segundo resultado que arroja la Comisión. En diciembre de 2022 la organización dio a conocer la identificación mediante análisis de ADN de Ismael Enrique Dorcy Segura, quien tenía 32 años cuando fue visto por última vez en la calle a pocos minutos de que comenzara el bombardeo. Sus restos fueron identificados entre los 32 cuerpos exhumados en 2020.
La invasión que expulsó a Noriega mató a alrededor de 514 panameños, entre civiles y militares, según estimaciones oficiales. Por parte de Estados Unidos se reportaron 23 soldados fallecidos.
Organismos de derechos humanos estiman que la cifra de víctimas panameñas podría ser mayor y eso fue en parte lo que llevó a que se estableciera la Comisión.