Después de casi 20 años de haberse declarado libre del gusano barrenador, Panamá enfrenta nuevamente esta peligrosa plaga, que ha regresado con fuerza y ya acumula cerca de 50.000 casos desde 2022. La situación ha puesto en alerta al sector ganadero, especialmente en la provincia de Darién, donde el número de animales infectados ha ido en aumento.
Según el Dr. Carlos Moreno, director general para Panamá de la Comisión Panamá–Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG), el resurgimiento se debe a varios factores:
-
La disminución de controles sanitarios durante la pandemia
El impacto del cambio climático y el aumento de temperaturas
El crecimiento acelerado del hato ganadero en Darién (de 60 mil a 400 mil reses)
Ganaderos tuvieron que "reaprender a golpes"
El retorno del gusano barrenador tomó por sorpresa a muchos ganaderos panameños, quienes ya habían olvidado los protocolos para su control. “Tuvimos que aprender a golpes”, admitió el Dr. Moreno, tras el impacto económico sufrido por los productores.
Uno de los errores fue creer que bastaba con aplicar la técnica del insecto estéril, que consiste en liberar moscas esterilizadas para frenar la reproducción. Sin embargo, la plaga requiere acciones permanentes en campo por parte de los propios ganaderos.
"Aquí el gusano barrenador es el pan de cada día"
En un recorrido reciente de la agencia EFE por fincas ganaderas de Darién, la presidenta del capítulo local de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), Olga Frías, reconoció que el regreso de la plaga se debió a un “relajamiento” en la vigilancia sanitaria.
Ramírez explica que esta situación genera pérdidas económicas significativas, no solo por el aumento en el uso de medicamentos, sino también por la necesidad de personal constante para revisar diariamente a los animales.
Un llamado a la acción: “El animal no es de COPEG, es nuestro”
Para Mario Chiari, propietario de la finca Mis Amores en San Vicente, Darién, el compromiso debe venir de los propios ganaderos. “COPEG nos entrena, nos ayuda, pero el animal es mío. Si se muere, la pérdida es mía”, enfatizó.
Chiari relató cómo, al nacer un ternero, debe aplicarse inmediatamente el tratamiento preventivo. “Si no curo bien ese ombligo, pierdo 400 dólares”, dijo, haciendo un llamado urgente a todos los ganaderos del país: “Debemos unirnos en esta lucha. No esperemos que todo lo haga el gobierno o COPEG”.
El futuro de la ganadería está en la prevención
La reaparición del gusano barrenador pone a prueba al sector agropecuario panameño. Expertos y productores coinciden en que el éxito contra la plaga depende de educación, vigilancia constante y compromiso colectivo.
COPEG mantiene la distribución gratuita de productos veterinarios, kits de muestreo y capacitación técnica, pero su eficacia solo se refleja si los ganaderos actúan de forma responsable y proactiva.