La reciente orden de la administración de Donald Trump que impone un pago de 100.000 dólares por cada nuevas visas H-1B está generando preocupación entre los gigantes financieros de Wall Street, incluidos Goldman Sachs, Morgan Stanley y Citigroup, que dependen de trabajadores extranjeros altamente cualificados para puestos técnicos y de ingeniería.
Aunque estados como California y Texas atraen más titulares de H-1B en general, ninguna ciudad supera a Nueva York en concentración de trabajadores extranjeros vinculados a la industria financiera.
Los beneficiarios se concentran principalmente en bancos de inversión, empresas de datos financieros como Bloomberg, consultoras como McKinsey, así como en universidades y centros médicos, incluyendo Columbia, NYU y el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.
Impacto en la contratación y la economía
La nueva tarifa impactará especialmente a puestos técnicos, como ingeniería de software, análisis cuantitativos y ciencia de datos, que representan gran parte de los trabajadores H-1B en la industria financiera.
Expertos advierten que la medida podría reducir drásticamente las solicitudes de estas visas, afectando la productividad y el crecimiento económico. Ethan Lewis, profesor de economía en Dartmouth College, afirmó a AFP:
El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, señaló que la medida busca “dejar de atraer gente que tome nuestros empleos”.
Reacción de la industria tecnológica y financiera
La medida ha generado consternación en el sector tecnológico y financiero. Empresarios como Elon Musk han advertido que EE.UU. no podrá cubrir puestos altamente cualificados solo con talento nacional, mientras que otros analistas sugieren que algunas vacantes podrían deslocalizarse a otros países.
Goldman Sachs, Bloomberg y Citigroup no hicieron comentarios públicos sobre cómo afectará la nueva tarifa a su estrategia de contratación.