El Vaticano reiteró su oposición al aborto en vísperas de que Francia votara una reforma para proteger explícitamente en su Constitución el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
El organismo, fundado por el papa Juan Pablo II, "hace un llamamiento a todos los gobiernos y tradiciones religiosas para que hagan todo lo posible para que, en esta fase de la historia, la protección de la vida se convierta en una prioridad absoluta".
Francia se convirtió el lunes en el primer país del mundo en consagrar el derecho al aborto en su Constitución, culminando así un esfuerzo que comenzó como respuesta directa a la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el caso Roe vs. Wade.
Los legisladores de ambas cámaras del Parlamento francés votaron 780 a favor de la medida y 72 en contra, superando fácilmente la mayoría de tres quintos necesaria para enmendar la Constitución francesa.
La votación del lunes, celebrada durante una reunión especial de legisladores en el Palacio de Versalles, en el suroeste de París, fue el último paso del proceso legislativo. El Senado y la Asamblea Nacional franceses aprobaron la enmienda por abrumadora mayoría a principios de año.
La enmienda establece que en Francia existe una "libertad garantizada" para abortar. Algunos grupos y legisladores habían pedido un lenguaje más fuerte para llamar explícitamente al aborto un "derecho".
Los legisladores saludaron la medida como una forma histórica de que Francia envíe una clara señal de apoyo a los derechos reproductivos, en momentos en que el aborto está amenazado en Estados Unidos así como en partes de Europa, como Hungría, donde los partidos de extrema derecha han llegado al poder.