El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró este miércoles en Bruselas que Washington y sus aliados continuarán con firmeza el apoyo a Ucrania en su guerra contra Rusia. En la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Blinken admitió que hay quienes "se preguntan si Estados Unidos y otros aliados en verdad continúan apoyando a Ucrania mientras entramos en el segundo invierno de la brutalidad de [Vladimir] Putin".
Las declaraciones de Blinken ocurren en momentos en que se incrementan los temores de que una reducción en el apoyo militar a Ucrania pueda forzar a ese país a buscar algún tipo de acuerdo con Rusia pero desde una posición de fragilidad. Los ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN, reunidos desde el martes en Bruselas, insistieron en que la alianza sigue convencida de la necesidad de mantener el apoyo militar a Ucrania.
En la sede de la OTAN, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, aseguró que su país "no retrocederá" en su guerra contra Rusia, a pesar del ínfimo progreso logrado en la línea de frente y las dudas sobre la continuidad del apoyo occidental.
Los países occidentales insisten en que no ejercen presión sobre Ucrania para que negocie con Rusia, aun cuando el principal mando militar ucraniano admitió que los combates han alcanzado un punto de estancamiento.
Ucrania ha pedido sumarse a la OTAN para poder beneficiarse del paraguas protector de la alianza militar, pero en respuesta ha recibido vagas promesas, sin ningún calendario. La OTAN prefiere pedir a sus miembros que mantengan la ayuda militar a Ucrania, ya que sumar ahora a ese país podría arrastrar a toda la alianza a una guerra contra Rusia. Kuleba apuntó que debido al importante apoyo occidental durante la guerra, Ucrania ya se está convirtiendo en "un ejército de hecho de la OTAN" en términos de "capacidad técnica, enfoques de gestión y principios".