Rusia acusó el lunes a Ucrania del ataque perpetrado la víspera contra el terminal de gas del puerto de Ust Luga, cerca de San Petersburgo, en el lado ruso del mar Báltico.
La planta se encuentra a 110 km al oeste de San Petersburgo y a 850 km de la frontera con Ucrania.
El ataque, que provocó un importante incendio, fue el último de una serie de aparentes ataques ucranianos contra instalaciones energéticas rusas.
La semana pasada, Kiev reivindicó la autoría de otros dos ataques, uno de ellos en la misma región de Leningrado donde se encuentra Ust Luga.
Las autoridades locales dijeron que no hubo heridos en el ataque y que todo el personal de la planta fue evacuado.
Con anterioridad el alcalde de la ciudad, Alexéi Kulemzin, había informado en su canal del Telegram de 18 muertos y 13 heridos las consecuencias del ataque que calificó de “monstruoso”.
El ataque contra Donetsk se produce en un momento de recrudecimiento de los combates en el frente oriental ucraniano, donde las tropas rusas consiguieron algunos avances en la pasada jornada, según el ‘think tank’ estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
Rusia asegura que lleva la iniciativa de las acciones en todos los frentes, mientras que Ucrania declara que mantiene una “defensa activa” que contiene los avances de las tropas de Moscú.