El papa Francisco pidió a la Iglesia de Latinoamérica que trabaje para erradicar la indiferencia que existe ante los migrantes que atraviesan la selva del Darién buscando una vida mejor, en un mensaje enviado al encuentro de Obispos de frontera de Colombia, Costa Rica y Panamá.
"Ni los peligros que suponen el tránsito y los chantajes ilegales, ni las crecientes devoluciones o estancamientos en países donde estos hermanos y hermanas no son deseados disminuyen la atracción (real o ilusoria) de satisfacer las necesidades de empleo y mejores condiciones de vida o, incluso, de una esperada reunificación familiar", añade.
Y aunque existe una "fraternidad hospitalaria que acoge con sensibilidad humana" también, apunta, "desgraciadamente existe la indiferencia, que ensangrienta el Darién".
"Los animo a trabajar incansablemente para que sea posible erradicar esa indiferencia, de tal manera que cuando un hermano o una hermana migrante llegue, encuentre en la Iglesia un lugar donde no se sienta juzgado, sino acogido; donde pueda calmar el hambre y la sed, y revivir la esperanza", instó el pontífice argentino.
Y pidió además que "no desatiendan" todos los centros de la Iglesia de ayuda a los migrantes "que son oportunidad de acogida y caridad para con los hermanos más necesitados".
"Los exhorto, pues, a sumar esfuerzos con todas las instancias de la comunidad internacional, para que todos tengan ese derecho a permanecer en su tierra con una vida digna y pacífica", añadió.





