El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aseguró que sus tropas "están resistiendo" contra las fuerzas rusas en la estratégica ciudad de Severodonetsk, donde se libran combates que pueden determinar el destino de la cuenca minera del Donbás, en el este del país.
De hecho, las tropas rusas controlan parte de este antiguo centro industrial de Donbás y, según informó el viernes el gobernador de Lugansk, Serguéi Gaidai, han destruido el Palacio de Hielo, uno de los símbolos de esta localidad.
"Severodonetsk, Lysychansk y otras ciudades del Donbás, que los ocupantes consideran sus objetivos, resisten", dijo Zelenski en un mensaje el jueves por la noche.
También señaló que sus fuerzas armadas realizaron avances en las regiones de Zaporiyia (sur) y Járkov (noreste). Están en el proceso de "liberar nuestra tierra", manifestó.
Pero ante la presión rusa en el frente oriental, las autoridades ucranianas multiplican sus pedidos a las potencias occidentales de armas de largo alcance, como los sistemas Himars comprometidos a principios de junio por Estados Unidos.
- Condena a muerte -
Además de armamento, las fuerzas de Ucrania han recibido refuerzos de miles de voluntarios extranjeros que se alistaron para combatir la invasión de Rusia.
Tres de ellos, dos británicos y un marroquí, fueron condenados a muerte el jueves por parte de las autoridades separatistas de la región de Donetsk, acusados de actuar como "mercenarios" de Ucrania, informaron los medios rusos.
Se trata de los británicos Aiden Aislan y Shaun Pinner, que se rindieron en abril en la ciudad portuaria de Mariúpol (sureste), y del marroquí Saadun Brahim, capturado en marzo en la localidad oriental de Volnovaja.
La jefa de la diplomacia británica, Lizz Truss, aseguró que fue "una farsa de juicio sin absolutamente ninguna legitimidad", mientras que un portavoz de su gobierno exigió para ellos un tratamiento de "prisioneros de guerra".
Durante el juicio, según la agencia de noticias rusa Interfax, los tres extranjeros se declararon culpables de cometer "acciones destinadas a tomar el poder y derrocar el orden constitucional de la República Popular de Donetsk", reconocida únicamente por Moscú.
- "Zar" Vladimir -
Rusia, que repetidamente ha advertido a los países occidentales de que no se impliquen en el conflicto, aseguró haber bombardeado un centro de entrenamiento de "mercenarios extranjeros" en la región de Zhitómir, al oeste de Kiev.
Por su lado, la presidencia ucraniana indicó que cuatro personas murieron en Toshkivka, unos 25 km al sur de Severodonetsk. Además, siete personas más murieron en otras partes del país, añadió.
En Kiev, el ministro del Interior ucraniano, Denys Monastyrsky, declaró que la capital no corría peligro inmediato, aunque sus tropas mantienen una línea de defensa alrededor de la ciudad.
Y en Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin, comparó sus acciones con las del zar Pedro el Grande, que en el siglo XVIII combatió contra Suecia y ocupó parte de su territorio.
"Da la impresión de que al luchar contra Suecia se apoderaba de algo. Pero (...) lo estaba recuperando", dijo Putin, agregando que era responsabilidad de los rusos "retomar y fortalecer" tierras perdidas.
- Amenaza de hambruna global -
Tres meses y medio de resistencia ante la invasión están causando estragos en la economía ucraniana, cuyo Producto Interior Bruto cayó un 15,1% en el primer trimestre y registró una inflación del 18% en ese periodo.
Pero las consecuencias de este conflicto tienen escala global dada la importancia de los dos países beligerantes en el mercado internacional de materias primas y alimentos.
Por ello, Zelenski pidió la expulsión de Rusia de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), acusándola de "provocar hambre" al bloquear los puertos ucranianos en el mar Negro.
Ucrania tiene paralizadas millones de toneladas de cereales que no puede exportar por este bloqueo. Por otro lado, las sanciones occidentales impiden que Rusia venda gran parte de su producción agrícola al extranjero.
La FAO advirtió en un informe que los países pobres serán los que más sufrirán de la crisis alimentaria ya que "pagarán más, pero recibirán menos" insumos.
África y Oriente Medio se verán especialmente afectadas. De hecho, el actual presidente de la Unión Africana, Macky Sall, pidió que se desminara el puerto ucraniano de Odesa para permitir la exportación de trigo al continente africano. Ucrania rechaza hacer eso por temor a un ataque de Rusia sobre la ciudad.