El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, prometió este martes "arrasar" con las violentas pandillas luego del asesinato de un policía en el norteño departamento de Chalatenango. "Los pandilleros que aún quedan en nuestro país, acaban de asesinar a uno de nuestros héroes. Pero ahí no dirán nada las ONG de derechos humanos, ellos solo velan por los derechos de los criminales", consignó en Twitter el mandatario.
Es el cuarto policía salvadoreño asesinado desde que Bukele lanzó su "guerra" contra las pandillas hace 14 meses y el primero este año, según el diputado Guillermo Gallegos.
Tras el incidente fue detenido un presunto pandillero en el lugar.
Grupos de derechos humanos y la Iglesia Católica han criticado los métodos de Bukele para combatir a las pandillas, pero su cruzada cuenta con el apoyo de nueve de cada diez salvadoreños, según encuestas.
Horas después de la muerte del agente, la Asamblea Legislativa aprobó por 67 votos, de un total de 84, prorrogar el régimen de excepción en vigor, que permite arrestos sin orden judicial, principal herramienta de la "guerra" contra las pandillas de Bukele, que ha devuelto un ambiente de seguridad en las calles salvadoreñas.
Con esta prórroga, el estado de excepción estará vigente hasta el 15 de junio.
El régimen de excepción fue declarado originalmente por el parlamento, a pedido de Bukele, en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas, del 25 al 27 de marzo de 2022.
Desde entonces han sido detenidos 68.720 presuntos pandilleros, aunque unos 5.000 han sido liberados por no estar vinculados a estas bandas, dijo este martes el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
Sobre las presuntas muertes de inocentes en las cárceles denunciadas por organismos de derechos humanos, Villatoro dijo que hay "una fuerza de tarea" que investiga los casos.