El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, subrayó que Elon Musk habló como "ciudadano", después de que el multimillonario, amigo del presidente electo Donald Trump, expresara su apoyo a políticos de ultraderecha en Europa. "En nuestro país, los ciudadanos particulares pueden decir lo que quieran", afirmó Blinken en París.
Desde hace semanas, Musk interviene en los debates políticos en Reino Unido y Alemania, en apoyo a los partidos de derecha radical, lo que obligó a los dirigentes europeos a responder a sus declaraciones.
El jefe de la diplomacia francesa, Jean-Noël Barrot, exhortó en Bruselas el miércoles a proteger los Estados miembros de la UE contra las injerencias en el debate público europeo.
"O la Comisión europea aplica con el mayor rigor las leyes que nos hemos dado para proteger nuestro espacio público, o no lo hace y entonces será necesario que acepte que sean los Estados miembros de la UE los que puedan hacerlo", dijo.
Por su parte, el Primer ministro español Pedro Sánchez acusó el miércoles al magnate de atacar las instituciones y atizar el odio.
El lunes, el presidente francés Emmanuel Macron lamentó que el hombre más rico del planeta apoyara "una internacional reaccionaria" en Europa.