Desde el 31 de julio, la suspensión de vuelos comerciales entre Venezuela y Panamá así como con la República Dominicana y Perú ha reducido en un 54% la conectividad internacional de Venezuela, según la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV).
La suspensión, anunciada el 29 de julio en rechazo a lo que Venezuela considera injerencia de Gobiernos de derecha en las presidenciales del 28 de julio, ha sido calificada como una medida política. En respuesta a la controversia sobre la reelección de Nicolás Maduro, el Ministerio de Transporte venezolano comunicó que "se reserva las acciones legales" para proteger el derecho de autodeterminación del pueblo venezolano.
Afectaciones significativas a Panamá
La medida también ha afectado significativamente a Panamá, que se había convertido en un importante puente aéreo hacia varias ciudades de Estados Unidos y Sudamérica. Con la suspensión, las opciones de vuelo se han reducido, lo que ha obligado a muchos viajeros a buscar alternativas. Por ejemplo, Daniela, una joven que planeaba regresar a Caracas desde EE.UU. a través de Panamá, tuvo que cancelar su vuelo debido a la medida y ahora evalúa otras opciones.
La suspensión no solo impacta a los viajeros, sino también a los aeropuertos venezolanos, que están perdiendo ingresos debido a la reducción de vuelos. Además, la medida afecta la llegada de turistas internacionales a Venezuela, un sector que estaba comenzando a recuperarse de los efectos de la pandemia.
La posibilidad de una interrupción similar de la conexión con España también se está considerando, tras la reciente solicitud del presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, de romper relaciones diplomáticas y comerciales con el país europeo.