El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo este lunes que la reconquista de Jersón marca "el principio del fin de la guerra", durante una visita a la ciudad liberada el viernes de manos del ejército ruso.
La presidencia ucraniana distribuyó imágenes de Zelenski en Jersón cantando el himno nacional con la mano sobre el pecho mientras se izaba la bandera azul y amarilla del país junto al principal edificio administrativo de la ciudad.
El portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, Dmitri Peskov, negó sin embargo que la visita del líder ucraniano tuviera alguna repercusión en el estatus de la región de Jersón, que Moscú anexionó formalmente a Rusia en una ceremonia el mes pasado.
En Jersón, Zelenski dijo que "el precio de esta guerra es alto". "Hay gente herida, un gran número de muertos (...) Hubo combates encarnizados, y el resultado es que hoy estamos en la región", añadió.
- "Atrocidades" -
Zelenski acusó el domingo a las fuerzas rusas de cometer "atrocidades" en Jersón y dijo que hasta el momento se han documentado 400 "crímenes de guerra", sin especificar si se refería solo a esa región. Rusia no ha reaccionado a estas afirmaciones.
Jersón fue la primera gran ciudad que cayó en manos rusas tras la invasión, a finales de febrero.
La retirada forzada de las tropas de Moscú por la contraofensiva ucraniana supone un nuevo revés para Vladimir Putin.
Pese a ello el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió este lunes que "los próximos meses serán difíciles" para Ucrania y que el objetivo de Putin es "dejar a Ucrania fría y oscuras este invierno".
La ciudad de Jersón fue el primer núcleo urbano importante que cayó en manos de las fuerzas rusas y la única capital regional que las tropas de Moscú controlaron.
Su reconquista abre a Ucrania una puerta de entrada a toda la región, con acceso tanto al Mar Negro en el oeste como al Mar de Azov, en el este.
La región era una de las cuatro cuya anexión el Kremlin anunció en septiembre. Putin prometió entonces utilizar todos los medios disponibles para defenderlas de las fuerzas ucranianas, insinuando el uso de armas nucleares.
Sin embargo, el presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo Xi Jinping acordaron este lunes en sus conversaciones en el G20, que se celebra en Indonesia, que las armas nucleares nunca deben ser utilizadas, incluso en Ucrania.
En Jersón varios habitantes relataron a AFP los meses de ocupación rusa y algunos actos de resistencia para mostrar su rechazo a ser anexionados por Rusia.
Volodimir Timor, un joven de 19 años, pasó meses con sus amigos analizando los movimientos de los soldados rusos en las calles de Jersón e informando de ellos al ejército ucraniano.
"Observas con atención y luego te vas a casa, lo apuntas todo y lo envías. Absolutamente todo: teléfonos, papeles, ropa", dijo a la AFP este joven, que quería ser músico antes de la guerra.
"Informábamos de todo: dónde estaba su equipamiento, dónde almacenaban la munición, dónde dormían, dónde iban a tomar algo", recuerda.
Por su parte los servicios de inteligencia ucranianos dijeron que habían detenido en la ciudad a un militar ruso "disfrazado de civil" cuya tarea era "recoger información" y llevar a cabo "sabotaje".
En la región de Lugansk, el ejército ucraniano retomó la aldea de Makiivka, a 50 kilómetros al noreste de la estratégica ciudad de Severonetsk, controlada por Rusia, informó el lunes la presidencia ucraniana.
Y en la vecina región de Donetsk, los militares rusos dijeron que sus fuerzas estaban ganando terreno con la conquista de la localidad de Pavlivka.