Panamá, 28 de mayo 2020.
El bloque 2 que se reintegra el lunes próximo 1 de junio; abarca áreas de alta importancia para el bienestar económico pero tanto más importante es el bienestar mental y/o el espiritual después de tantas semanas en confinamiento: es así como la construcción publica en obras certificadas por Minsa y MOP que cumplen con requisitos mínimos de sanidad, salubridad y seguridad para trabajadores; el importante sector de minería e industria y la apertura de parques y centros de culto arrancan su esfuerzo de mucho ensayo y error para retomar la cotidianidad desde otra perspectiva.
El bloque 1 arrancó el pasado 13 de mayo y todo tipo de conjeturas han rondado su implementación: desde la emisión de salvoconductos de manera desordenada hasta la queja de comerciantes por las múltiples limitantes para la venta en línea de sus mercancías. La distribución en horas y días específicos atenta contra la libre empresa, dicen muchos. Los talleres de mecánica han hecho lo posible por seguir ciertos parámetros de limpieza y pulcritud pero siguen habiendo huecos en la comunicación entre el Ministerio de Salud y el Ministerio de Trabajo así como el rol del Ministerio de Comercio e Industrias. En este rubro hay mucho espacio por aprender: quizás anunciar la entrada de bloques con más tiempo y ciertamente pensar en manera diferenciadas por región geográfica y por exigencias de cada industria. Si hay áreas de Panamá donde no hay casos y se puede replantear el destino económico, ¿por qué no arrancar?.
El bloque 2 podría significar un movimiento en el relajamiento de la cuarentena porque ¿cómo se reactiva la economía con las limitantes en movilización que hay hoy dia?. Sin embargo, es evidente que a medida que más bloques económicos se suman a la actividad pues los casos subirán y es allí el dilema con nuestro algo endeble sistema de salud. Los parques abiertos ayudarán a la sanidad mental de todos. Las libertades individuales de la mano de la responsabilidad colectiva nos cae bien a todos: respetemos y hagamos.
Llegó el momento de probar a la ciudadanía: mascarillas, distanciamiento social, lavado de manos incesante; procurar trabajar desde la casa si es posible, y procurar seguir las instrucciones de las autoridades.
El regreso gradual sigue su marcha, con sus tumbos y errores. Recordemos que no hay un manual de procedimientos para manejar una pandemia pero estoy convencido que si se trabaja en equipo, escuchando a los expertos, a los trabajadores, a los empleadores pues los tomadores de decisiones podrán hacerlo con fundamento teniendo en cuenta la salud y el balance financiero de los hogares de miles de panameños. ¡Adelante con fe y fuerza, Panamá! Serás pronto nuevamente puente del mundo y corazón del universo.
FUENTE: Redacción Eco