Jorge Montenegro, candidato a la Primera Subsecretaría del PRD, dejó claro que la transformación del colectivo no pasa por cambiar rostros, sino por desmontar los métodos que, según él, han sostenido liderazgos enquistados durante décadas.
Renovación del partido PRD
Montenegro reconoció un desgaste evidente en el modelo gerencial del partido tras 46 años de historia, lo que afirma ha permitido prácticas internas que estancan al liderazgo comunitario. Su apuesta es una renovación de estrategias, estructuras y metodología, desde cómo se eligen las juntas de corregimiento hasta la forma en que se negocian curules y se conforma la directiva nacional.
Uno de los puntos que plantea es el cambio en la elección de la Junta Directiva del PRD, hoy escogida por 4,200 delegados de un partido con más de medio millón de inscritos. “Es un método que no funciona”, sentenció.
Figuras del PRD actualmente investigadas por casos penales
Montenegro fue directo: el cambio debe empezar por algún lado, aun reconociendo que el tiempo es corto. Asegura que los próximos seis meses serán decisivos para recuperar la credibilidad del PRD y que el primer paso será convocar un directorio en enero o febrero para discutir cambios estatutarios.
Sobre los requisitos éticos para aspirar a cargos internos, dijo que establecer filtros es complejo dentro de un sistema democrático, pero admitió que hay inconsistencias: para ser directivo se exigen diez años de inscripción, mientras que para ser candidato basta haberse inscrito la semana anterior. “Eso no tiene sentido”, señaló.
Montenegro sostiene que el partido necesita reglas más coherentes y procesos más abiertos que permitan que el liderazgo comunitario emerja, en lugar de repetir los mismos métodos que han generado los mismos resultados.





