“Nos estamos gritando y no nos estamos respetando”, afirmó. Grace Hernández considera que el país atraviesa un momento crítico donde se necesita más entendimiento que confrontación. “Aunque no estemos de acuerdo, tenemos que sentarnos a hablar. Hay grupos que están buscando ese diálogo, y eso me da esperanza”.
Sobre la Ley 462 de la CSS
Hernández descartó la derogación como solución. “No creo en demoler un edificio, creo en remodelarlo. Las leyes se pueden transformar y mejorar siempre”, explicó, en referencia a su formación como arquitecta. Agregó que la ley fue construida sin el adecuado cabildeo ni participación ciudadana.
Finalmente, reconoció que muchas personas no comprenden bien la legislación y pidió escuchar sus preocupaciones sin invalidarlas. “Tenemos que entender qué les molesta. Si no escuchamos, no hay cómo mejorar nada”.