Elías Levy, quien se desempeñó como cónsul de Panamá en Nueva York, explicó que los consulados no reciben un presupuesto directo del gobierno central ni del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Uno de los puntos que más ha generado controversia en torno a los consulados es el mecanismo de distribución de ingresos generados a través de la gestión consular. Levy aclaró que el decreto que regula estas operaciones establece que, una vez cubiertos los gastos operativos, el cónsul puede recibir un porcentaje de las ganancias, pero no como se ha interpretado erróneamente.
De los ingresos generados, el cónsul recibe el $12 mil para cubrir su salario y el de su personal. De esa cantidad, el 70% va al cónsul y el 30% se distribuye entre su equipo. Sin embargo, Levy subrayó que la idea de que los cónsules se queden con el 70% de los ingresos generados para el Estado es un malentendido y que estos procesos están sujetos a auditorías de la Contraloría General
¿Qué cambios podrían implementarse en el sistema?
Levy manifestó que durante su tiempo como cónsul se enfrentó a las dificultades de operar sin presupuesto específico para ciertas actividades, propuso la necesidad de un sistema más flexible y basado en la productividad. Aunque reconoció que el concepto de "incentivar" a los cónsules es subjetivo, enfatizó que los altos costos de vida en ciudades como Nueva York hacen necesario que los cónsules reciban incentivos que los motiven a generar ingresos para el país.
Falta de recursos para promover Panamá
Levy también lamentó la falta de recursos disponibles para promover los intereses de Panamá en Nueva York, donde, según él, no tenía presupuesto ni para organizar eventos de promoción del comercio o el turismo, ni para invitar a otros cónsules a actividades protocolarias.
"Mi gestión dependía de los ingresos generados a través de los trámites consulares, como las firmas de abogados panameños", explicó, al señalar que los consulados deben "generar ingresos desde cero" al inicio de cada mes.