En un contexto donde la educación superior en América Latina enfrenta múltiples desafíos y la inteligencia artificial (IA) gana protagonismo, SénecaLab subraya la necesidad de impulsar acciones concretas que promuevan el desarrollo sostenible en la región.
“La inteligencia artificial tiene un potencial inmenso para personalizar el aprendizaje y cerrar brechas educativas. Pero para que esto suceda, debemos garantizar que nuestras instituciones cuenten con la infraestructura necesaria”, expresó la Dra. Angarita. A su juicio, esto implica desarrollar sistemas de análisis de datos educativos, mejorar la conectividad en áreas vulnerables y capacitar a los docentes en competencias digitales.
La especialista advirtió que “la equidad debe estar en el centro de la innovación tecnológica. Si no aseguramos acceso igualitario, solo amplificaremos las desigualdades existentes”.
En ese sentido, destacó que los desafíos educativos son comunes en toda América Latina y que es indispensable fomentar la colaboración entre países. “Necesitamos redes regionales de innovación educativa para intercambiar experiencias, generar estándares comunes y desarrollar soluciones escalables. Este es un momento crucial para unir esfuerzos y garantizar que ningún país se quede atrás”.
Asimismo, resaltó la relevancia de promover acuerdos multilaterales que faciliten la transferencia tecnológica y el establecimiento de bancos de datos regionales. “La integración nos permitirá optimizar recursos y aprender de las mejores prácticas en la región”, apuntó.
Resultados
SénecaLab también hizo hincapié en la importancia de obtener resultados concretos.
La especialista recalcó que la transformación educativa demanda financiamiento constante y bien dirigido. “Invertir en educación no es un gasto, es una inversión en el futuro de nuestras sociedades. Sin un compromiso presupuestario claro y sostenible, cualquier avance será temporal”, sostuvo.
En línea con esto, destacó las alianzas público-privadas como piezas clave para el desarrollo de soluciones adaptadas a las necesidades de cada país. “Las empresas tecnológicas pueden ser grandes aliados para desarrollar soluciones personalizadas que respondan a las necesidades específicas de cada país, siempre bajo un marco de rendición de cuentas y transparencia”, afirmó.
Angarita concluyó resaltando la importancia de transformar la cultura institucional dentro de las universidades y otros centros educativos. “El cambio no es solo tecnológico, es cultural. Debemos incentivar la innovación, promover el aprendizaje continuo y reconocer a quienes lideran proyectos disruptivos en el sector educativo”.
Finalmente, hizo un llamado a la acción de cara a los próximos años: “El 2025 es nuestra oportunidad de demostrar que América Latina puede liderar una revolución educativa global. La IA no es solo una herramienta, es un catalizador para cambiar vidas, pero requiere decisiones audaces y acciones concretas. Es momento de actuar, y SénecaLab está comprometida a liderar este cambio”.