El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acudió este viernes a la reunión de sus aliados occidentales en Alemania y reclamó "más armas" para frenar el avance de las tropas rusas, especialmente en el este de su territorio. Ucrania, invadida por Moscú desde febrero de 2022, afronta importantes avances de las tropas rusas en el Donbás, en el este, y frecuentes bombardeos devastadores.
"Necesitamos más armas para repeler a las fuerzas rusas", insistió Zelenski en la base aérea de Ramstein, en el oeste de Alemania.
El mandatario ucraniano también instó a sus aliados a cumplir sus compromisos. "El número de sistemas de defensa aérea que no se han entregado es significativo", les reprochó.
Zelenski volvió a pedir que se levantasen las restricciones al uso de armas occidentales de largo alcance para atacar objetivos dentro de Rusia.
La reunión fue organizada por el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, quien comunicó que Washington entregará una nueva ayuda militar de 250 millones de dólares a Kiev.
La ayuda "aportará más capacidades para satisfacer las necesidades cambiantes de Ucrania", subrayó.
El mandatario ucraniano se reunirá con el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, y viajará después a Italia, donde participará en un foro económico en Cernobbio, en el norte del país.
El Donbás: "objetivo prioritario"
La nueva ayuda militar estadounidense incluirá munición para lanzacohetes de precisión HIMARS, cartuchos de artillería y armas antitanque y antiaéreas, detalló un funcionario de Defensa estadounidense bajo condición de anonimato.
Las conversaciones en Alemania, en las que participan representantes de unos 50 países, abordan temas como el refuerzo de las defensas aéreas de Ucrania y el fomento de la industria de defensa de los países aliados, indicó el portavoz del Pentágono, el general de división Pat Ryder, antes de la reunión.
La reunión coincide con el avance de las tropas rusas en el Donbás, la cuenca minera del este de Ucrania, controlada parcialmente por separatistas prorrusos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, recordó el jueves que capturar esa zona era el "objetivo prioritario" de Moscú.
Desde el otoño de 2022, Rusia reivindicó la anexión de las dos regiones del Donbás, la de Lugansk, que ocupa en su casi totalidad, y la de Donetsk, de la que controla una parte.
Putin ha fijado como condición, antes de toda conversación de paz, que Kiev se retire por completo de esas dos zonas, además de las regiones meridionales de Jersón y Zaporiyia, de las que reclama igualmente la anexión pese a controlarlas sólo parcialmente.
Incertidumbre sobre el respaldo a Kiev
Pese a la falta de hombres y armas, las fuerzas ucranianas lanzaron el 6 de agosto una ofensiva de amplitud en la región rusa fronteriza de Kursk, donde ocuparon cientos de kilómetros cuadrados.
Uno de los objetivos declarados de Kiev era obligar a Rusia a redesplegar sus tropas enfrascadas en el Donbás.
Pero Moscú no adoptó esa estrategia, sino que ha ido avanzando en Donetsk, un nudo fundamental para la logística de las fuerzas ucranianas.
Las tropas de Kiev reivindicaron el viernes la reconquista de una parte de la ciudad de Niu York, en el este de Ucrania, su primer éxito en esta parte del frente desde hace meses.
Washington ha sido el mayor respaldo de Ucrania en el conflicto, al proporcionar más de 56.000 millones de dólares en ayuda militar, según el Pentágono.
Pero la incertidumbre se cierne sobre el futuro de esa financiación a dos meses de las elecciones estadounidenses, que podrían volver a colocar al escéptico Donald Trump en el poder.
Alemania, el segundo apoyo económico de Kiev, sufre también presiones internas por su ayuda a Ucrania. El debate sobre si continuar los apoyos o suspenderlos ha estado en el centro de las discusiones para el próximo presupuesto.