El gobierno de Venezuela anunció un bono equivalente a más de 2.200 dólares para unos 120.000 empleados públicos jubilados a partir de 2018, en el pico de una crisis económica que destruyó los salarios y los beneficios laborales de la población local.
El presidente venezolano, el socialista Nicolás Maduro, fijó en marzo el salario mínimo en 28 dólares mensuales, después de que había llegado a ser menor a dos dólares por efectos de la hiperinflación, la depreciación de la moneda local y ocho años consecutivos de recesión antes de rebotar 4% en 2021, de acuerdo con el gobierno.
Solo la canasta alimentaria, en contraste, asciende en este país caribeño a unos 450 dólares por mes, según cifras de entidades del sector privado.
Nicolás Maduro alega que la crisis se debe a las sanciones impuestas por Estados Unidos que pretenden desplazarlo del poder, pero la oposición recuerda que estalló mucho antes de las restricciones financieras impuestas por Washington, incluida una prohibición a ciudadanos y empresas estadounidenses de negociar con la industria petrolera venezolana, vigente desde 2019.
El mandatario socialista Nicolás Maduro había anunciado el domingo la salida del bono el domingo, sin dar detalles, en medio de una marcha oficialista por el Día Internacional de los Trabajadores.
Rodríguez informó que este bono será pagado en tres "tramos" durante 12 meses hasta el 1 de mayo de 2023.
Los beneficiaros deben tramitar el bono en la oficina de recursos humanos en la institución en la cual se jubiló.