El papa Francisco mantuvo este viernes una reunión de cerca una hora en el Vaticano con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, una audiencia delicada debido a la crisis en la iglesia católica francesa por los escándalos de pedofilia. Emmanuel Macron, quien acababa de firmar en Roma en gran pompa un tratado considerado "histórico" con Italia, mantuvo un encuentro particularmente largo con el pontífice argentino en la biblioteca privada pontificia, en el segundo piso del palacio apostólico.
Sin embargo, el tema no fue mencionado en la nota oficial divulgada por el Vaticano al término del encuentro.
"Durante las cordiales conversaciones (...) se subrayaron las buenas relaciones bilaterales existentes, por las que se celebró recientemente el centenario", subraya el breve comunicado de El Vaticano.
"Hablar con el papa, intercambiar opiniones sobre varios temas internacionales, es algo extremamente importante", adelantó Emmanuel Macron a la prensa poco antes del encuentro.
El Vaticano confirmó por su parte en el comunicado oficial que durante las conversaciones se abordaron temas de "carácter internacional, entre ellos la protección del ambiente tras los resultados de la reciente conferencia sobre el cambio climático de Glasgow COP26".
"Se habló también de las visión y las perspectivas francesas al asumir próximamente la presidencia de la Unión Europea, así como del compromiso de Francia en Líbano, Medio Oriente y África", precisa la breve nota.
Tampoco se menciona si hablaron específicamente del tema de la migración, prioritario para el pontífice, sobre todo después de la reciente tragedia ocurrida el miércoles en el Canal de la Mancha por la muerte de 27 migrantes que intentaban llegar a las costas inglesas en un bote inflable desde territorio francés.
Al término del encuentro Emmanuel Macron obsequió al papa Francisco, jesuita de formación, dos biografías de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.
Una biografía es una edición rara de 1585, escrita por el jesuita e historiador italiano Giovanni Pietro Maffei, y otra del escritor católico, abogado y miembro de la Academia Francesa, François Sureau.
Con la visita al papa, cinco meses antes de las elecciones presidenciales, Macron, que desea ser reelegido, quiere acercarse al electorado católico después de las tensiones surgidas tras la adopción de la ley sobre la bioética.
Su posición contra el secreto de la confesión así como la posible inclusión en su futuro programa de gobierno del derecho a morir dignamente, como desean algunos de sus allegados, también han desatado controversias.