Los agricultores franceses continuaron este viernes levantando sus bloqueos de carreteras tras las nuevas promesas del gobierno de Francia, que no lograron convencer a una parte del movimiento decidido a mantener sus protestas.
Los sindicatos agrarios mayoritarios, la FNSEA y Jóvenes Agricultores, llamaron el jueves a suspender los bloqueos, a la espera de ver los "primeros resultados" de los medidas anunciadas antes del inicio de esta cita anual del mundo rural en París.
Sobre el asfalto, el número de vehículos agrícolas disminuía desde el jueves por la noche, como en la carretera N12, al oeste de París, donde en la mañana del viernes sólo quedaban siete tractores, indicaron las fuerzas de seguridad.
En la región meridional de Occitania, donde empezaron las protestas el 18 de enero, los bloqueos también se levantaban. "Fue una movilización histórica, dura, fuerte", celebró Laurent Saint-Affre, uno de los líderes sindicales locales.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, prometió el jueves un mayor control del origen de los productos, ayudas al sector ganadero y la suspensión temporal de un plan para reducir el uso de pesticidas, entre otras medidas que convencieron a los sindicatos mayoritarios.
La central Coordinación Rural también consideró que alcanzaron sus objetivos, pero no así la Confederación Campesina, que llamó a continuar la movilización, ya que "el gobierno sigue sin abordar la cuestión fundamental de los ingresos".
Las protestas agrícolas, que se propagan por la Unión Europea, llegaron el jueves al corazón de las instituciones europeas en Bruselas, que vio desfilar unos 1.200 tractores por sus calles.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió garantizar una "competencia justa" para los agricultores europeos en los acuerdos de libre comercio y reducir las "cargas administrativas" de estos en la Política Agrícola Común.