Desde 2014, Panamá cuenta con un marco estratégico de gestión financiera de riesgos de desastres que protege al Estado ante las consecuencias económicas de eventos naturales. Este plan, respaldado por una resolución de gabinete, se enfoca en minimizar el impacto fiscal que podrían tener contingencias imprevistas, como inundaciones o terremotos, según explicó Francisco Álvarez, director de Inversiones, Concesiones y Riesgos del Estado (MICRE).
Por otro lado, el país ha contratado seguros paramétricos, que funcionan de manera innovadora, en lugar de evaluar daños específicos, los pagos se activan al alcanzar parámetros predefinidos, como niveles de lluvia o actividad sísmica.
Actualmente, Panamá tiene tres pólizas activas: dos para exceso de lluvia y una para terremotos.
Beneficios recientes por lluvias en el occidente
Las recientes lluvias intensas en el occidente del país activaron dos de estas pólizas, resultando en un pago total de $26.7 millones.
Próximos pasos: cobertura contra sequías
Aunque las pólizas actuales no cubren sequías, se está trabajando en incluir este riesgo en el futuro. Álvarez enfatizó la importancia de seguir fortaleciendo las estrategias de protección financiera para asegurar que el país esté preparado ante eventos climáticos extremos, sin comprometer la estabilidad fiscal.
Esta estrategia no solo resalta la previsión del Estado ante desastres, sino que también subraya el papel clave de los seguros en la resiliencia económica de Panamá.