El Ministerio de Ambiente busca poner freno al tráfico de especies protegidas con un pie de fuerza capacitado bajo el mando del Ministerio de Seguridad (Minseg). Es por ello, que se pretende crear una fuerza policial especializada en la protección ambiental para tener más control de nuestra biodiversidad e intentar frenar el tráfico ilegal de especies en Panamá. Las autoridades se proponen hacerlo antes de que culmine la administración gubernamental, indicó Diana Laguna, viceministra de MiAmbiente, en el programa Polígrafo que conduce la periodista Adela Coriat.
Agregó que se ha trabajado con el Minseg, se ha trabajado en equipo y eso ha permitido desarrollar muchas operaciones. Dentro del MiAmbiente se creó una oficina de inteligencia ambiental con los policías ecológicos que ha cooperado muchísimo para la persecución del delito ambiental.
El Servicio Nacional de Protección Ambiental estaría conformado por uniformados capacitados, capaces de operar las innovaciones geo tecnológicas para poder perseguir los delitos aprovechando la tecnología, de una manera moderna y tecnificada. En ese sentido es importante la capacitación tanto en el MiAmbiente como en el Minseg para poder hacer el trabajo en conjunto de una manera moderna.
Convención Cites en Panamá
La convención se efectuó del 14 al 25 de noviembre, llamada la Cop de las Américas porque hace 20 años no se realizaba en la región.
La viceministra de MiAmbiente, Diana Laguna, señaló que es relevante mencionar que la secretaría está liderada por una panameña, Ivonne Higuera, así que todo eso se da en la convención.
Laguna mencionó que durante la convención se discutieron 53 propuestas de las cuales 46 fueron adoptadas en el Cites. En este tipo de citas se estudia cada una de las especies para categorizarlas en un nivel de protección.
“En este sentido se incluyen en los Apéndices III, II y I, según el nivel de protección. El Apéndice III engloba las especies endémicas que nosotros como país queremos proteger y para ello pedimos ayuda internacional porque se comercian en el mundo. El Apéndice II no prohíbe la comercialización, pero sí la regula. Es necesario demostrar la trazabilidad y la legalidad en la que se obtuvo la especie porque es importante demostrar la sostenibilidad. El Apéndice I es totalmente restrictivo por su peligro de extinción. En este sentido se prohíbe la extracción y comercialización”, explicó.
Delitos ambientales
Laguna, dijo que recientemente se efectuó un decomiso de tucas de cocobolo a una empresa reincidente.
"En el proceso hay diferentes tipos de personas que participan en el delito hasta llegar a la empresa. Ese decomiso que se realizó esta semana se hizo para poder tener registro desde dónde talan el cocobolo, que es el parque Soberanía. Seguimos al carro que transportó las tucas hasta el patio de la empresa donde las dejó. No obstante, el hallazgo fue mucho más grande porque en el patio de la empresa encontramos más de 280 tucas cortadas que fueron decomisadas y se están procesando", informó.
Resaltó que se logró localizar una persona que ya se tenía en el radar, porque este trabajo se realiza con la cooperación de la Policía Ambiental, Rural y Turística, con personal del MiAmbiente, equipo de inteligencia y una cadena de investigación a la que le ha dado seguimiento para detener la actividad.
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