Después de pasar años en casa criando a sus dos hijos, la técnica en sistemas eléctricos Sarah Sklenicka enfrentó un "gran desafío" volver al mercado laboral. Pero la mujer de 37 años ahora está lista para cualquier cosa gracias a un plan experimental en Austria, que dice ser una innovación para combatir el desempleo de largo plazo.
El proyecto muestra que es posible erradicar este persistente problema a nivel comunitario, indicó el economista Oliver Picek, del Momentum Institute de Viena.
El proyecto piloto MAGMA ofrece capacitación en carpintería, jardinería, costura y otros oficios requeridos en negocios locales con salarios mínimos para quienes tienen más de un año sin trabajar.
Antes de empezar, reciben ocho semanas de asesoría para identificar sus fortalezas y metas, y muchos reportan que el proyecto les ayudó a recuperar la confianza en sí mismos.
Empleo asegurado
Los organizadores dicen que todos los desempleados del pueblo aceptaron la oferta de capacitación, salvo una docena por motivos de salud.
El desempleo en Austria es de 4,6%, inferior al promedio de la Unión Europea, y el país tiene carencias laborales en muchos sectores mientras partes de la población están marginadas.
El mercado laboral de Gramatneusiedl es típico del estado de Baja Austria, por lo cual resultó ideal como ensayo para el servicio de empleo.
El gran desafío para el proyecto era "¿qué hacer con ciertas personas que no se pueden integrar al mercado laboral primario?", apuntó Sandra Kern, subdirectora del servicio.
La localidad de 4.000 personas también fue sede de un innovador estudio de 1933 sobre el desempleo masivo durante la Gran Depresión.
Queda por ver si el proyecto MAGMA, de cuatro años, se prolongará o aplicará más ampliamente, señaló Kern. El proyecto cuesta menos de 30.000 euros anuales por persona, un monto comparable con los beneficios de desempleo.
Un estudio del proyecto de la Universidad de Oxford apuntó "fuertes impactos positivos... en el bienestar económico y no económico de los participantes".
Nuevo inicio
Yasemin Yaman cayó en depresión y sufrió ataques de pánico por no encontrar empleo después de tener hijos. Ahora trabaja 30 horas semanales en el proyecto haciendo carpintería y costura.
Ahora dice sentirse "fuerte para comenzar de nuevo".
Como Robert Leisser, un tercio de los participantes del proyecto encontró empleo permanente en la industria maderera local.
Los contactos que hizo mediante MAGMA le ayudaron a conseguir su empleo actual, agregó