En medio de un escenario económico frágil y con un Producto Interno Bruto que ya ronda los 85 mil millones de balboas, Temístocles Rosas, expresidente del CONEP, alertó sobre las consecuencias que están dejando los paros laborales en sectores clave como la educación y la construcción.
Educación: un daño irreparable
Más allá del impacto económico, Rosas expresó gran preocupación por la pérdida de clases debido a los paros docentes. “La afectación al estudiante panameño no se recupera. Un día perdido es una afectación grave que no se compensa con más días de clase. Se rompe el proceso de enseñanza-aprendizaje”, afirmó.
Asimismo, respaldó la postura del contralor Anel Flores, sobre descontar el salario a quienes no trabajen durante estos paros, “El que no trabaja, no debe cobrar. Si no hay fundamento legal para un paro, debe actuarse con firmeza conforme a la ley”.
Impacto en el sector construcción:
Con relación al sector construcción, Rosas reconoció que, si bien la reciente Ley de Interés Preferencial busca reactivar el sector inmobiliario, las huelgas promovidos por el Suntracs están bloqueando el avance.
Destacó que, sin estabilidad no es posible reactivar inversiones, ya que los proyectos requieren una larga planificación y financiamiento. “Un proyecto detenido no se retoma de inmediato, puede demorar 12 a 18 meses en volver a arrancar”, subrayó.
Urge un diálogo sin radicalismo
Finalmente, Rosas hizo un llamado al Ejecutivo y a los gremios a generar un diálogo basado en hechos y no en desinformación. “No es cierto que se aumentó la edad de jubilación ni que se afectó a los trabajadores bananeros. Necesitamos un diálogo serio y sin posiciones radicales”.
Como parte del CONEP, expresó la disposición del gremio empresarial para facilitar ese proceso: “Podemos ser mediadores, pero debe existir voluntad real de discutir lo que el país necesita, como la sostenibilidad del Canal o el futuro de la Caja del Seguro Social”.