Panamá, a través de su Cancillería, no quiere dar un paso en falso en la solicitud de extradición del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) que tramitará ante EE.UU., donde vive el exgobernante, y se asegurará de que cumpla con todos los aspectos de forma.
" Nosotros -agregó De Saint Malo- vamos a cumplir con nuestra responsabilidad de garantizar la forma, pero tengamos claro que la Cancillería realiza (tramita) solicitudes de extradición todos los días".
Estos tramites de extradición son parte de la función de asesoría jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores, señaló De Saint Malo durante un balance de la gestión de esta entidad en dos años de este Gobierno que se cumplen el 1 de julio próximo.
En un breve rueda de prensa, a la canciller se le preguntó si conocía de alguna alerta roja que se haya solicitado a la Interpol para ejecutar la orden de detención provisional de Martinelli, que fue girada en su momento por la Corte Suprema de Justicia de Panamá (CSJ), algo que ni confirmó ni negó.
Solo explicó que las solicitudes de extradición nacen en la instancia de justicia y a la Cancillería le corresponde hacer el trámite ante el país respectivo, que espera, destacó, "estar entregando al Gobierno de los EE.UU. como corresponde en el plazo más corto posible".
"Estamos todavía en los análisis asegurando que cumpla con los requisitos de fondo", remarcó.
La CSJ ha solicitado la extradición de Martinelli desde EE.UU. para que comparezca en una audiencia por supuestas escuchas ilegales a unas 150 personas, como periodistas, empresarios y opositores, cuando fue presidente.
Martinelli, que es diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), abandonó Panamá en enero de 2015 cuando la CSJ aceptó la primera causa penal en su contra por presunta corrupción.
El pasado 10 de junio, poco antes del partido que disputaran en Estados Unidos las selecciones de Argentina y Panamá en la Copa América Centenario, Martinelli, que tiene abierta otras cinco causas penales, dijo que extraña a su país pero que no regresará hasta no tener garantías de justicia.
A su entrada al estadio Soldier Field de Chicago, rodeado por fanáticos panameños, el exgobernante afirmó al canal local RPC que en Panamá no se cumple la ley y que por ahora está feliz de estar rodeado de "su gente" en Estados Unidos.