Nueva York sería el primer estado que declara ilegal extirpar las garras a los gatos bajo un proyecto legislativo que ha provocado diferencias entre los veterinarios.
Pero la Sociedad Médica Veterinaria estatal se opone a la prohibición, y sostiene que evita tener que sacrificar a los gatos que rasguñan. Sostienen que la decisión debe ser tomada en cada caso por dueños y veterinarios, no por los legisladores.
El proyecto llegó a las dos cámaras, pero no está prevista una fecha de votación. La demócrata Linda Rosenthal, autora del proyecto, dice que crece el apoyo a medida que más dueños de gatos se enteran de en qué consiste la operación.