Panamá, 9 enero 2020
“Honremos a nuestros mártires haciendo las cosas correctas, bien; no solamente apuntando a los políticos y a los servidores públicos. Cada uno de los panameños tiene que hacer su trabajo”, dijo el presidente Cortizo Cohen en el acto protocolar en la Llama Eterna encendida en el Centro de Capacitación Ascanio Arosemena, por la conmemoración de los mártires.
Instó a reflexionar en la forma en cómo podemos cuidar a Panamá, ya que las acciones de cada panameño al combatir la corrupción contribuyen a la conquista de la Sexta Frontera, que es la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
“Qué estamos haciendo los políticos, los servidores públicos, los educadores, los empresarios, los fiscales, procuradores, jueces, magistrados para que esa llama permanente siga y que podamos consolidar la próxima gran misión que tenemos como panameños”, refiriéndose a los 777 mil panameños de los 300 corregimientos que este gobierno se ha propuesto sacarlos de la desigualdad y pobreza, a través del Plan Colmena.
El presidente Cortizo Cohen inició su discurso leyendo una carta pública del padre de Ascanio Arosemena, primer mártir de los trágicos sucesos de 1964 ocurridos tras izar la bandera panameña en áreas civiles de la Zona del Canal.
“Cuando leí esa carta lloré”, dijo el presidente. Y aseguró que le quedó grabada profundamente la frase “la causa de Panamá la han ganado los que han muerto, pero hemos de consolidarla los que permanecemos vivos”.
La carta enviaba varios mensajes a los padres y madres panameñas de “quien tiene la gloria dolorosa de haber perdido un hijo y que este sea un mártir de la lucha panameña por el eterno flamear de la bandera panameña en todo el territorio nacional”.
“Tenemos que hacer nuestro trabajo, como país, tenemos que cuidar nuestro país, tenemos que pensar en las cosas que hacemos, tenemos que pensar que cuando hacemos algo incorrecto hay consecuencias”, dijo el presidente Cortizo Cohen.
Previamente había colocado una ofrenda floral en el Monumento a los Mártires del 9 de enero, inaugurado en el 2003 por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y donde se colocó, en el 2008, la Llama Eterna en memoria de los fallecidos.
Desde muy temprano, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, encabezó la romería al Jardín de Paz, donde se colocaron ofrendas florales y se realizó el acto protocolar del Toque de Silencio y los 21 cañonazos de salva donde reposan los restos de los mártires.
En el acto protocolar en el Monumento a los Mártires, pronunció un discurso el expresidente de la República y ministro para Asuntos del Canal, Aristides Royo. Se presentó un video alusivo a los incidentes que culminaron con el rompimiento de relaciones diplomáticas entre Panamá y Estados Unidos.
El folclorista Luis (Cholo) Bernal interpretó una décima alusiva a los héroes del 9 de enero de 1964.
El homenaje fue realizado en el monumento erigido por la ACP en el área donde está la denominada Plaza a la que fueron invitados representantes del pueblo panameño y familiares de los mártires. En esa área también está lo que se conoce como la Logia que reproduce el edificio principal de lo que fue la Escuela Secundaria de Balboa,
Forman parte del complejo monumental, la Columnata, que representa al istmo panameño flanqueado a ambos lados por piletas que representan el Océano Pacífico y el Mar Caribe, que bordean las dos entradas del Canal; la Rotonda que en su base central se encuentra restaurada la asta original de la bandera y sitio exacto de la confrontación; con 21 columnas donde se inscribieron los nombres de los 21 fallecidos en la hazaña patriótica.
Las relaciones diplomáticas se reanudaron cuando el gobierno estadounidense aceptó revisar el Tratado Hay-Bunau Varilla que le permitía a Estados Unidos administrar la vía interoceánica a perpetuidad y gobernar la denominada Zona del Canal. Ese fue el inició de conversaciones diplomáticas que lograron que el 7 de septiembre de 1977 se firmaran los Tratados Torrijos-Carter y que permitió que, de manera progresiva, Panamá recibiera instalaciones y áreas ubicadas en una franja de 10 kilómetros hasta el 31 de diciembre de 1999.
FUENTE: Redacción ECO