Nasiriya, Irak | AFP | sábado 06 de marzo de 2021.
Maher Tobia, de 53 años, afirma que la suya es la única familia cristiana todavía presente en la ciudad de Nasiriya, a 17 km de los restos arqueológicos de Ur. Es en este lugar, en la ciudad más antigua del mundo, "Ur de los caldeos" de la Biblia, que nació el profeta Abraham, según la tradición.
Todos los cristianos que Tobia conoció cuando era joven, dice, "se fueron a Bagdad o al Kurdistán iraquí, y, en su mayoría, después se fueron del país".
Pero con la visita del papa Francisco, que trae "un mensaje de amistad y de paz", Tobia está convencido de que "la situación va a mejorar" en la provincia rebelde, punta de lanza de todas las "revoluciones" en Irak, entre ellas la última, en octubre de 2019.
Hace apenas una semana, varios manifestantes murieron.
En el momento más crítico de la revuelta, el papa argentino pidió el cese de la mortífera represión de las protestas, en las que murieron casi 600 personas y 30.000 resultaron heridas.
"La visita de un hombre de esta envergadura con este peso religioso podría beneficiar a Di Car y a sus lugares de peregrinación", afirma Tobia.
"Si esta visita está bien hecha, podría tener grandes repercusiones", asegura, lleno de esperanza, este iraquí diplomado en Bellas Artes.
- "Tras los pasos de Francisco" -
Cuando nació el padre de Maher Tobia en 1914 y luego él, 57 años después, en Nasiriya, capital de esta provincia tribal y agrícola, y hasta el embargo internacional contra Irak a principios de los años 1990, todavía había "de 20 a 30 familias cristianas" en la zona.
A diferencia de su abuelo, que se instaló en Nasiriya bajo el Imperio otomano y fundó una fábrica, todas esas familias, explica a la AFP, eran funcionarios enviados por Bagdad o destinados en la ciudad durante un tiempo, antes de volver a su lugar de origen.
Tras la invasión estadounidense de 2003 que derrocó al dictador Sadam Husein, "sólo había dos familias cristianas en Nasiriya", asegura este hombre, con un pequeño bigote blanco y luciendo un impecable traje negro.
En dos décadas, la minoría cristiana de Irak --en gran parte, caldea, o sea, católica-- ha quedado drásticamente reducida.
Si antes del 2003 era un millón y medio, actualmente son entre 300.000 y 400.000 fieles, según organizaciones de defensa de las minorías en Irak, que advierten que estas familias seguirán yéndose, en un país donde la tasa de pobreza se duplicó el año pasado hasta un 40% de la población.
Y tras cuatro décadas de guerra, la economía del país se hunde todavía más debido a la caída de los precios del petróleo --única fuente de divisas del país-- y a una brutal devaluación reciente.
Aprovechando la visita de Francisco, varias agencias de turismo iraquíes están preparando circuitos "tras los pasos del papa".
Las autoridades aseguran, por su parte, que se plantean facilitar las condiciones para obtener visados turísticos, hasta ahora casi inexistentes salvo para el turismo religioso chiita a las ciudades santas de Kerbala y Nayaf.
Quizás las autoridades locales construirán una iglesia para los peregrinos en Di Car.
Y Tobia no tendrá que ir más a Bagdad, a 400 km al norte, o a Basora, más al sur, para "las bodas o los entierros".
FUENTE: Agencia AFP