Medio centenar de migrantes africanos llevan varados "más de una semana" en la principal terminal de autobuses de la capital de Panamá a la espera de que sus familiares les envíen dinero para poder continuar su camino hacia Estados Unidos, informaron hoy fuentes oficiales.
Elder, que hablaba en una especie de portuñol, salió de su país hace más de un mes, voló hasta Brasil y de ahí continuó a pie por Ecuador, Colombia y Panamá en un viaje que le ha costado hasta ahora cerca de 1.500 dólares.
" Cada día llegan a la terminal entre 100 y 200 personas. Hace un año eran nepalíes, luego cubanos y ahora africanos y haitianos", dijo a Efe el director de Operaciones y Seguridad de la terminal de Albrook, Benjamín Solís.
La mayoría de los migrantes vienen en autobuses que salen de las localidades cercanas a la selva del Darién, frontera natural con Colombia, y en "menos de 48 horas" vuelven a montarse en otro autobús hacia Costa Rica, indicó Solís.
Mientras esperan, los migrantes acampan como pueden en las dársenas de esta terminal de autobuses que se ubica en la ribera del canal de Panamá y que es posiblemente el punto con mayor tráfico de personas del país.
" Entre ola y ola quedan los rezagados, que ya alcanzan cerca de 50 personas. Están varados por falta de recursos: o no han logrado el contacto o no han recibido el dinero suficiente para continuar su viaje", precisó el director de la estación.
Según Solís, entre los migrantes se encuentran los mismos "coyotes" o traficantes de personas que les cobran por acompañarles en su recorrido.
"Muchos vienen con el dinero justo y esperan a que sus familiares les manden dinero a Panamá porque les da miedo que les roben mientras cruzan Colombia", declaró una trabajadora de la terminal que prefirió mantenerse en el anonimato.
Las autoridades panameñas descartaron deportar a los migrantes, porque la mayoría carece de documentación y no hay consulados de sus países en Panamá.
El presidente panameño, Juan Carlos Varela, dijo el pasado 5 de agosto que su Gobierno había "decidido en el Consejo de Seguridad un flujo controlado" de los migrantes que se dirigen a Estados Unidos.
Así " se evita estas migraciones masivas, (a los migrantes) se les retiene mientras se verifican sus documentos, se le da tratamiento a su salud, su alimentación y entonces se les permite seguir su curso", declaró Varela.
El paso de migrantes irregulares por Centroamérica es un fenómeno que ha crecido en los últimos años y que genera tensiones entre los países de la región.
La frontera panameña con Colombia se encuentra cerrada desde el pasado 9 de mayo como respuesta a la crisis de los migrantes cubanos que azotó la región entre finales de 2015 y el primer trimestre de este año.
Miles de cubanos se quedaron entonces varados en Panamá y Costa Rica y finalmente tuvieron que ser trasladados a México en un operativo especial.
" Estados Unidos es más fácil. No queremos Europa", indicó el joven Elder.