Miles de soldados de la OTAN se lanzaron este martes en paracaídas sobre Polonia, en una demostración de fuerza de la Alianza, que lleva a cabo los mayores ejercicios militares en Europa oriental desde el fin de la Guerra Fría.
De momento, el Kremlin reaccionó con enojo a los ejercicios.
"Estas maniobras (...) no contribuyen a una atmósfera de confianza y seguridad", dijo el portavoz del presidente Vladimir Putin, Dimitri Peskov.
"Por desgracia seguimos asistiendo a un déficit de confianza mutua", añadió.
En total, 31.000 soldados de 24 países, entre ellos 12.000 polacos, 14.000 estadounidenses y mil británicos, participan en estos ejercicios. Igualmente participan tres mil vehículos, 105 aviones y 12 buques, algo sin precedentes en Europa del este desde el fin de la Guerra Fría.
Los ejercicios sobre el terreno comenzaron este martes con el lanzamiento de unos dos mil paracaidistas cerca de Torun, en el noroeste del país.
Entre los participantes, además de 19 países de la OTAN, figuran naciones vinculadas a la Asociación por la Paz como Ucrania.
Las maniobras tienen lugar además un mes antes de una cumbre de la OTAN en Varsovia, los días 8 y 9 de julio.
En esa cumbre se espera que la Alianza Atlántica anuncie el despliegue de más tropas de rotación en Europa occidental, especialmente en Polonia, una iniciativa calificada por la OTAN de estrategia de "disuasión y diálogo", y que provocó la cólera de Moscú.
La OTAN cesó su cooperación con Moscú a raíz del conflicto ucraniano, donde Rusia se anexionó en marzo de 2014 la península de Crimea.
Al mes siguiente comenzó un conflicto armado en el este de Ucrania, donde los occidentales acusan a Rusia de apoyar con tropas y armas a los separatistas prorrusos que combaten contra las fuerzas de Kiev. La crisis derivó en la imposición mutua de sanciones económicas.
Pese a ello, la Alianza Atlántica prometió mantener conversaciones formales con los rusos antes de la cumbre de Varsovia.