Olga de Obaldía, directora ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, Capítulo Panameño de Transparencia Internacional, expresó su preocupación por la falta de independencia y los riesgos de corrupción en las instituciones panameñas, derivadas de nombramientos y estructuras con débil regulación.
En relación con los procuradores, mencionó que los conflictos de interés y la falta de estabilidad en los cargos dificultan la independencia judicial. “La interinidad en el operador de justicia es contraria a la capacidad de actuar de forma imparcial”, dijo, resaltando avances como la implementación de la carrera judicial en la Corte Suprema de Justicia, aunque advirtió que aún queda un largo camino para una reforma profunda.
De Obaldía también opinó sobre el proyecto de reformas a la CSS, donde inicialmente se otorgaron amplios poderes al director, aunque fueron reducidos en una propuesta más reciente. No obstante, enfatizó que “la combinación de poderes discrecionales con pocos controles es la fórmula tradicional de la corrupción”.
Además, criticó la parte donde el director puede decidir sobre recursos administrativos sin intervención de un ente externo. “Eso genera una doble instancia que va en contra de los principios universales de justicia y administración”, afirmó.
Finalmente, la directora destacó la importancia de fortalecer la gobernanza en todas las instituciones, como lo promueve la propuesta de “Vamos”, señalando que el país requiere una legislación que priorice la transparencia y la rendición de cuentas.