Desde que asumió como representante de Pueblo Nuevo en julio de 2024, Luis Pérez ha intentado mostrar una gestión enfocada en recuperar espacios urbanos y atender necesidades sociales inmediatas. Sin embargo, revela los límites estructurales de la Junta Comunal: desde la desaparición de la contabilidad de gestiones anteriores hasta la constante presión de ciudadanos que exigen ayudas económicas, materiales o empleo.
La idea de educación ciudadana y autocapacitación, aunque loable, choca con la cultura de dependencia que él mismo admite que prevalecía antes y que sigue presente: “Hay personas que ni siquiera quieren ir a las ferias de empleo”, reconoce.
Proyectos en Pueblo Nuevo
En obras urbanas, el rescate de aceras y espacios públicos muestra buena voluntad, pero costos elevados y decisiones improvisadas, como hacer nuevas aceras sobre las viejas para ahorrar, lo que podría comprometer durabilidad a largo plazo. Además, el uso de personal interno de la Junta Comunal, aunque eficiente, levanta preguntas sobre transparencia y supervisión.
Polémico “cuartito” del consejo municipal
Según Pérez, simboliza el diálogo entre funcionarios, pero evidencia exclusión y prácticas políticas cerradas, donde no todos los representantes participan de decisiones clave.