El rector de la Universidad de Panamá, Eduardo Flores, denunció públicamente el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades antimotines de la Policía Nacional, tras la detención de un estudiante que participaba en una actividad de volanteo en las inmediaciones del campus.
Sin embargo, la situación escaló rápidamente cuando una patrulla antimotines interceptó al grupo y detuvo a uno de los estudiantes, quien permaneció retenido hasta las 2 de la madrugada, cuando finalmente fue liberado. La audiencia judicial se realizó el viernes 28 de marzo a las 2:00 p.m.
El rector también cuestionó la legitimidad de la actuación policial, planteando dudas sobre la prohibición de volantear en la acera sin afectar el flujo vehicular.
Pronunciamiento de la Defensoría Universitaria
La Defensoría de los Universitarios también se pronunció en contra de la detención arbitraria del estudiante, que ocurrió en la isleta bajo el puente del Arte y Oficio. Según el abogado Jorge González, el joven no obstruía el tránsito ni portaba objetos peligrosos, llevando únicamente volantes en sus manos.
El estudiante fue trasladado a la estación de Bella Vista y luego al Hospital Santo Tomás para un examen médico de rutina, antes de ser llevado al Juzgado Nocturno de Calidonia, donde se le impuso una sanción de un día de trabajo comunitario. La Defensoría apeló la decisión, argumentando que no hubo confrontación ni justificación para el arresto.
Además, González denunció un operativo cuasi militar en las cercanías de la universidad, en el que agentes policiales dispararon proyectiles de goma contra estudiantes, ocasionando heridas a varios jóvenes.
Por su parte, el Defensor de los Universitarios, Gilberto Marulanda, condenó el uso excesivo de la fuerza y expresó su respaldo al rector Eduardo Flores.
Asimismo, lamentó la difusión de videos en redes sociales que podrían estar manipulados para perjudicar la imagen institucional y rechazó la publicación de contenido ofensivo contra el rector por parte de la Policía Nacional.
Llamado al diálogo y respeto a la autonomía universitaria
Marulanda reafirmó el compromiso de la Universidad de Panamá con la paz y el bienestar social, condenando cualquier acto de violencia dentro del campus. También subrayó que, si algún estudiante incurre en actos vandálicos, la universidad cuenta con mecanismos disciplinarios internos para garantizar el debido proceso.
Finalmente, el Defensor hizo un llamado al diálogo como única vía legítima para la resolución de conflictos, exigiendo que se respete la autonomía universitaria y se garantice el derecho a la libre expresión de los estudiantes en un entorno seguro y pacífico.