El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, hizo un llamado al Estado y a la sociedad a crear oportunidades de desarrollo integral para los adolescentes panameños, quienes enfrentan graves problemas como la deserción escolar, el embarazo precoz y la exclusión social.
Datos preocupantes: deserción y embarazo adolescente
El prelado advirtió que 1 de cada 3 adolescentes está en riesgo de abandonar la escuela, y que solo 5 de cada 10 jóvenes de entre 15 y 17 años logra completar la educación media.
Además, destacó que más de 119.000 jóvenes entre 15 y 24 años no estudian ni trabajan en Panamá. A esto se suman los altos índices de embarazo adolescente, con un promedio de 21 casos por día en los últimos años.
Adolescentes con mayores barreras
El arzobispo señaló que la situación es aún más crítica para los adolescentes con discapacidad, quienes enfrentan barreras en la educación inclusiva, servicios de salud y espacios para desarrollar sus talentos.
También mencionó que los jóvenes indígenas y afrodescendientes sufren discriminación, estigmatización y exclusión social, lo que incrementa su exposición a la violencia y reduce su acceso a oportunidades de desarrollo.
Resiliencia y compromiso pastoral
A pesar de este panorama, Ulloa destacó la resiliencia, creatividad y deseo de transformación de la juventud panameña.
Un llamado a la esperanza y la fe
El arzobispo animó a los adolescentes a no avergonzarse de su fe, incluso ante burlas o críticas, y los recordó como la esperanza de la Iglesia y del mundo.
“El gran desafío de los adolescentes de Panamá y del mundo es descubrir que están llamados a ser misioneros y santos en su tiempo. Su valentía, alegría y fe pueden transformar situaciones de dolor en oportunidades de esperanza cristiana”, concluyó Ulloa.