La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) declaró oficialmente el 9 de enero de 2025 la presencia de condiciones del Fenómeno de La Niña. Según los modelos internacionales, existe un 59% de probabilidad de que esta fase fría del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) mantenga una intensidad débil durante el primer cuatrimestre de este año.
La directora del IMHPA, ingeniera Luz Graciela de Calzadilla, explicó que La Niña suele intensificar las lluvias en la vertiente del Pacífico y reducirlas en la del Caribe. Esto provoca un aumento en la saturación de los suelos, incrementando el riesgo de inundaciones y deslizamientos.
Además, la mayor turbiedad en los cuerpos de agua puede afectar las potabilizadoras, mientras que la frecuencia de lluvias contribuye al aumento de enfermedades respiratorias.
Sin embargo, este evento particular de La Niña coincide con la temporada seca en Panamá, lo que podría limitar sus impactos en comparación con fenómenos anteriores. Los efectos más probables incluyen un mayor número de días nublados, lluvias aisladas y una transición más lenta hacia la temporada seca.
Como se ha observado desde diciembre de 2024, el inicio de la temporada seca de 2025 presenta un retraso notable.
Recomendaciones y monitoreo
La ingeniera Calzadilla aseguró que el IMHPA continuará emitiendo informes mensuales para actualizar la evolución del fenómeno y apoyar la toma de decisiones en sectores económicos y productivos. Además, instó a la población a mantenerse informada a través de fuentes oficiales, dado que La Niña puede tener impactos diversos en distintas regiones del mundo.
¿Qué es La Niña?
El fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es una interacción natural entre la atmósfera y el océano que genera fluctuaciones en las temperaturas del Pacífico ecuatorial. Este fenómeno tiene tres fases: Neutral, El Niño (fase cálida) y La Niña (fase fría).
La Niña se caracteriza por un enfriamiento extensivo del Océano Pacífico tropical, lo que ocasiona un aumento en la nubosidad y las precipitaciones sobre las zonas continentales del Pacífico tropical. En Panamá, su influencia puede alterar los patrones climáticos, afectando sectores como la agricultura, la infraestructura y la salud pública.
El IMHPA continuará vigilando de cerca este fenómeno para mitigar posibles afectaciones y garantizar la seguridad de la población.