En Panamá, las cifras sobre desapariciones de menores siguen encendiendo alarmas. Según Lucy Córdoba, vocera del Movimiento Caminando por la Infancia, solo en octubre se reportaron 90 activaciones de Alerta Amber, un incremento sostenido que refleja un problema más profundo, la falta de respuesta efectiva del Estado.
De acuerdo con sus registros, el país pasó de registrar una desaparición cada 35 horas a una cada 7 u 8 horas entre agosto y octubre de 2025. “Si esa tendencia se mantiene, para diciembre podríamos tener la cifra más alta del año”, advirtió.
Bocas del Toro: entre la cultura y la frontera ante desapariciones
La activista explicó que Bocas del Toro encabeza la lista de provincias con más alertas activadas, aunque las localizaciones suelen concretarse en menos de 24 horas. Aun así, subraya que en la zona persiste “un problema cultural” que normaliza las relaciones entre adultos y menores de edad.
Además, mencionó que las limitaciones geográficas y de comunicación en la Comarca Ngäbe-Buglé dificultan la denuncia oportuna. “Hay familias que deben caminar hasta cinco días para poder reportar una desaparición”, explicó.
Panamá: sistema que no responde
Córdoba criticó el funcionamiento actual de la Alerta Amber, hoy bajo responsabilidad del Ministerio de Seguridad. Aunque el Estado ha prometido invertir más de dos millones de dólares en la modernización del sistema, la vocera asegura que lo que falta es voluntad política.
Un ejemplo que le preocupa es el caso de Linda, una niña de cinco años desaparecida en Bocas del Toro hace meses, cuyo nombre no figura en ningún registro oficial. “Desapareció del sistema y de la ciudadanía. Eso es una violación al derecho a la vida y a la protección infantil”, enfatizó.
Ciudadanía en alerta
Pese a las deficiencias institucionales, Córdoba destaca el papel activo de la ciudadanía. “La gente está más pendiente. Pero si el canal oficial solo muestra tres niños recuperados de 90 alertas en octubre, algo se está ocultando. ¿Dónde están los demás?”, cuestionó. Para ella, la falta de transparencia beneficia a redes criminales dedicadas a la trata de personas, proxenetismo y tráfico de órganos.
Denunciar sin esperar
La vocera también desmontó el mito de que hay que esperar 24 horas para reportar una desaparición.
Aunque reconoce avances del Ministerio Público en la activación inmediata de la alerta AMBER, insiste en que muchos padres siguen fallando al reportar tarde o incluso encubrir situaciones graves.
Para Lucy Córdoba, detrás de cada número hay una historia que no puede quedar en el olvido. “Cada Alerta Amber representa una vida en peligro. No podemos permitir que estos niños desaparezcan del sistema… ni de nuestros corazones”, concluyó.
Panamá en alerta por el aumento de desapariciones de menores



