Los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, fijaron recientemente sus prioridades para 2024 en sendas conferencias de prensa anuales, en las que hicieron balance del conflicto.
- Guerra de desgaste -
Zelenski atribuyó el fracaso de la contraofensiva estival a la falta de municiones y de superioridad aérea. Dos carencias que siguen acusando las fuerzas ucranianas, cuando lo que se dibuja es una guerra de desgaste, con las fuerzas rusas de nuevo tomando la iniciativa en algunos puntos.
Putin se felicitó de que sus tropas estén "mejorando sus posiciones en casi toda la línea de contacto".
El líder ruso admitió que los ucranianos lograron establecer una cabeza de puente en la orilla sur del río Dniéper, pero afirmó que las tropas de Kiev estaban siendo "exterminadas" en esa zona bajo el fuego de la artillería rusa.
- Cansancio de los aliados en Occidente -
Putin, cuya reelección en marzo se da por descontada, apuesta también por la erosión del apoyo occidental a Ucrania, una cuestión que está suscitando divisiones en Europa y Estados Unidos. Según dijo, este apoyo político, diplomático, económico y militar "podría terminar", y de hecho "parece que se está acabando poco a poco".
Zelenski dijo, sin embargo, confiar en que la ayuda siga llegando, y sobre todo que Estados Unidos "no traicione" a Kiev.
No obstante, reconoció que teme un giro del lado de Washington si Donald Trump lograra volver a la presidencia tras las elecciones de noviembre de 2024.
- Falta de hombres -
Ante la evidente falta de soldados en el frente, de más de mil kilómetros, Zelenski mencionó un plan del ejército que propone movilizar "entre 450.000 y 500.000 personas más" en 2024, aunque no se pronunció al respecto.
Para paliar la falta de municiones, dijo también que el objetivo es producir "un millón de drones el año próximo".
Putin estimó que "no es necesaria" una nueva movilización tras la efectuada en septiembre de 2022, muy impopular. Según dijo, el país logró reclutar a 486.000 voluntarios para engrosar las filas del ejército en 2023, un esfuerzo que continuará.
También prometió seguir reforzando las capacidades militares del ejército, en una Rusia cuya economía está concentrada en el esfuerzo de la guerra y podría haber recibido grandes cantidades de municiones de Corea del Norte.
- Sin negociaciones a la vista -
Putin reiteró que la paz solo será posible cuando Moscú haya logrado sus objetivos, es decir, "la desnazificación de Ucrania, su desmilitarización y su estatus de neutralidad".
Según él, Moscú y Kiev había "acordado" esos criterios en unas primeras negociaciones en Estambul al inicio del conflicto, unas conversaciones que luego fueron abandonadas.
Zelenski insistió en que el objetivo es recuperar el control de todos los territorios ocupados por Rusia en el este y el sur del país, incluyendo Crimea, anexionada en 2014 por Moscú. "La estrategia no puede cambiar", aseveró.
También descartó toda negociación con Moscú. "A día de hoy, no es pertinente. No veo que Rusia lo esté pidiendo, ni lo veo en sus actos. Y en la retórica, solo veo insolencia", señaló.
- ¿Cuándo terminará la guerra? -
En tono firme, Putin ha prometido la "victoria" a sus compatriotas.
Según él, Rusia ha acumulado bastante "margen de seguridad" para "avanzar". La sociedad rusa está "fuertemente consolidada", y la economía goza de una "reserva de fuerza y estabilidad".
Zelenski pide a los ucranianos no perder su "resiliencia". Y reconoció que no sabe si la guerra terminará en 2024: "Pienso que nadie conoce la respuesta".