La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) instó el miércoles a encontrar una solución pacífica al conflicto entre Rusia y Ucrania, destacando que ya tenía un impacto en los precios de la energía y representaba una amenaza para el crecimiento global. "En un momento de mayor incertidumbre para el crecimiento de la economía mundial, las tensiones geopolíticas solo complican la situación y ya lo vemos en términos de impacto en los precios de la energía", dijo Kristalina Georgieva, al diario The Washington Post.
"Realmente esperamos que haya una solución diplomática por el pueblo de Ucrania, y también por la necesidad de una recuperación sostenida de la economía mundial", agregó.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió un enfoque "pragmático" para poner fin a este conflicto, evitando una escalada y sanciones de las Naciones Unidas y Estados Unidos que "inevitablemente" tendrían repercusiones para todo el mundo.
Georgieva recordó que el Fondo Monetario Internacional está en proceso de implementar un paquete de ayuda de 2.200 millones de dólares para Ucrania, "entre ahora y junio". También dijo que el Fondo Monetario Internacional está listo para brindar asistencia adicional si fuera necesario para Ucrania y otros países que se verían afectados por el conflicto.
Rusia ha concentrado desde finales de 2021 hasta 100.000 soldados en la frontera con Ucrania, según Occidente, que acusa a Moscú de prepararse para atacar a este país.
Mientras tanto Moscú niega cualquier plan en este sentido, al tiempo que exige garantías escritas para su seguridad, incluido el rechazo a la adhesión de Ucrania a la OTAN y el fin del refuerzo militar de la Alianza Atlántica en el Este, en particular en las ex repúblicas soviéticas.
Más temprano el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski afirmó que está enfocado en "la paz", pero insistió que su país tiene el derecho a defenderse ante el temor de una invasión rusa. Algunos países occidentales como Estados Unidos, Reino Unido o Polonia decidieron entregar armas a Ucrania ante los temores de una ofensiva rusa.